La vicegobernadora de la provincia, Gloria Ruiz, habló este martes con Noticias 7 segunda edición (la nota completa se verá esta noche en la emisión del noticiero) y se refirió a las denuncias que recibió en su contra por presuntas irregularidades en la administración de recursos públicos, además de posibles vínculos con el accionar de su hermano, Pablo Ruiz, acusado de participar en maniobras ilícitas.
“Todo esto es político, me quieren correr del lugar porque evidentemente soy un estorbo. Está todo armado, pero estoy en manos de la justicia. Es lamentable que se haya llegado a esta instancia. Quieren ensuciar mi prestigio y mi nombre”, afirmó.
Con respecto a la sesión de labor parlamentaria, prevista para mañana, en la que se va a debatir su situación, sostuvo que será una “sesión especial para tratar la inhabilitación moral”.
“Le pregunté a todos los jefes de bloques de qué se me imputa. Yo no puedo creer el atropello y lo que está pasando. Es un golpe de Estado a la democracia y la institución de la Legislatura”, aseveró.
A su vez, dejó en claro que no pudo reunirse ni hablar con el gobernador, Rolando Figueroa, porque no la “atendió” y afirmó que “no se le puede decir nada”.
“Cuestiono cómo estamos en materia educativa, de seguridad y de salud y esto le molesta al gobernador. No se le puede decir nada. Hay un nivel de autoritarismo tremendo. Se supone que soy su compañera de fórmula”.
“Él puede estar dolido, pero yo estoy defraudada. Esto no debería haber pasado nunca. Siempre fui respetuosa de su investidura, pero todo tiene un límite”, agregó, con respecto a las declaraciones que manifestó el mandatario esta mañana.
La situación de su hermano
Por otro lado, Ruiz se refirió a la situación que también atraviesa su hermano y a la decisión que tomó de echarlo como coordinador de la Casa de las Leyes.
“Si yo no lo echaba, él iba a renunciar igual porque quiere limpiar su nombre y honor. Todavía no está imputado”.
“Donde están los hechos de corrupción si todavía no tuvo la oportunidad de defenderse”, añadió.
Además, calificó el allanamiento en la casa de su madre de la semana pasada como “avasallante”.
“Fueron a las 7 de la mañana a allanar la casa de mi madre que tiene 80 años. Nos han tratado de una manera muy violenta. Es avasallante lo que han hecho”.
Por último, tras la designación de Francisco Oneto como su abogado, indicó que en realidad “es un grupo de abogados los que me están acompañando jurídicamente”.
“Voy a estar en la sesión de mañana. Si hay que llegar a la Corte llegaré, pero voy a seguir alzando la voz. Toda la sociedad neuquina está viendo lo que está pasando. Hoy soy yo, pero mañana puede ser otra persona. Me interesa que se conozca la verdad. El apoyo lo tengo de la gente, me dicen que no baje los brazos y seguiré por ese camino”, culminó.