Tras el sorpresivo ataque que se llevó a cabo en las últimas horas por parte de las fuerzas militares de Israel sobre algunos objetivos específicos dentro de la ciudad de Teherán, capital de Irán. Estados Unidos niega haber sido parte de la ofensiva y asegura que fue comunicado minutos antes del ataque.
Israel respondió este jueves con un ataque limitado y específico con drones y misiles sobre objetivos iraníes. Según se informó, la contraofensiva iraelí no causó víctimas civiles, ni daños en instalaciones clave para Teherán.
En cuanto a la ofensiva militar israelí el secretario de Estado, Antony Blinken, prefirió no brindar declaraciones, sin embargo, ratificó que “Estados Unidos no ha estado involucrado en ninguna operación ofensiva”.
Y añadió durante una conferencia de prensa en la cumbre del G7 en Capri (Italia): “Todo lo que puedo decir es que por nuestra parte y por todo el G-7, nuestro enfoque ha estado en reducir las tensiones y evitar un conflicto mayor”.
La información recogida en la Casa Blanca y el Departamento de Estado asegura que el ataque limitado se focalizó en objetivos militares cercanos a la ciudad de Teherán y otros objetivos en la ciudad de Isfahán, que tiene plantas dedicadas a desarrollar la carrera nuclear de Irán.
A su vez, la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), en su cuenta oficial en X posteó la siguiente comunicación oficial:
“La OIEA puede confirmar que no hay daños en las instalaciones nucleares de Irán. El Director General Rafael Grossi sigue pidiendo a todo el mundo una moderación extrema y reiteró que las instalaciones nucleares nunca deben ser un objetivo en los conflictos militares. La OIEA está siguiendo muy de cerca la situación”.
Asimismo, La Casa Blanca y el G7 instaron a evitar un agravamiento en la crisis de Medio Oriente, pero no descartan en el tiempo una réplica del gobierno iraní.