
La Justicia irlandesa dictaminó este lunes que no se puede ejecutar en su territorio el fallo por expropiación de YPF, planteado por los fondos Burford y Eton Park, en un revés para los demandantes. La sentencia neoyorquina, que obliga al Estado argentino a pagar más de 16 mil millones de dólares más intereses, aún está en instancia de apelación. Esta decisión constituye un logro relevante para la estrategia de defensa internacional del país.
La Procuración del Tesoro de la Nación celebró el fallo irlandés, al considerarlo el primer antecedente favorable en el marco de los intentos de ejecución internacional del fallo estadounidense. Desde ese organismo resaltaron que la resolución establece un precedente que suma a las medidas de defensa legal desplegadas por Argentina hasta el momento.
La jueza Eileen Roberts, del Tribunal Comercial Superior de Irlanda, fundamentó su rechazo en la ausencia de activos argentinos ejecutables en ese país, salvo aquellos protegidos por inmunidad diplomática. Asimismo, resaltó que permitir la ejecución resultaría inútil y poco útil, dado que no aportaría un beneficio práctico para los demandantes, ni ordenaría ningún movimiento efectivo que afecte al Estado.
Burford Capital respondió al fallo con un tono crítico, afirmando que Irlanda minimiza su rol en el sistema financiero global al ceder la resolución a otros tribunales como los de Chipre, Luxemburgo y Francia. No obstante, reconocieron el fallo como válido mientras continúa el proceso de apelación en Estados Unidos, previsto para resolverse hacia finales de octubre.
En paralelo, en Nueva York, la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito decidió suspender la orden de entrega de acciones de YPF, evitando que Argentina pierda el 51 % de la empresa mientras avanza la apelación. Esto le brinda al país un respiro judicial mientras se define el destino de la sentencia original.
Según especialistas consultados, el fallo irlandés refuerza la estrategia argentina basada en la defensa de activos estratégicos y la protección de la soberanía, al ganar tiempo en instancias clave del litigio. Además, desacredita los intentos de los fondos por avanzar en múltiples frentes simultáneos, complicando su objetivo de presión financiera.
La decisión irlandesa se suma al contexto de tensiones entre jurisdicciones, donde Argentina enfrenta reclamos similares en otros países, aunque Irlanda fue la primera en pronunciarse. Este escenario subraya la relevancia de contar con una defensa coordinada y sólida en el plano internacional.
A la espera del fallo de fondo en EE. UU., previsto para noviembre, Argentina acumula pasos favorables que refuerzan su posición frente a los fondos buitres y fortalecen su estrategia diplomática y jurídica. La acumulación de fallos positivos podría inclinar la balanza en apelaciones clave que vienen por delante.