
Un nuevo episodio de violencia en la madrugada neuquina volvió a encender las alarmas entre los vecinos del centro. Esta vez, la situación se produjo en la intersección de Belgrano e Yrigoyen, minutos después del cierre de uno de los locales nocturnos más concurridos. Un grupo de jóvenes protagonizó una feroz pelea callejera que quedó registrada en video, con gritos, empujones y golpes que alteraron la calma habitual del barrio.
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Según relató una vecina a este medio, el hecho ocurrió cerca de las 6 de la mañana. El estruendo de la discusión y la violencia desatada despertaron a los residentes de la zona, quienes no dudaron en comunicarse con la policía. “Nos levantó el escándalo, llamamos enseguida. Esto pasa todos los fines de semana”, señaló con evidente hartazgo. La patrulla llegó en pocos minutos, aunque para ese entonces, algunos de los involucrados ya se habían alejado por calles laterales.
Las imágenes captadas con un celular muestran a varias personas forcejeando con violencia, mientras otros testigos intentan intervenir o simplemente observan. El registro refleja una secuencia repetida en cada jornada nocturna: jóvenes alcoholizados que, al salir del boliche, se enfrentan entre ellos sin control ni presencia preventiva. “Tendrían que poner policías fijos los miércoles, viernes y sábados. Se repite siempre en el mismo lugar”, agregó la denunciante, señalando que los hechos se concentran en esa esquina específica del centro neuquino.
Vecinos del sector afirman que la situación es constante y que las medidas de prevención son nulas. Pese a las reiteradas quejas, aún no se ha implementado un operativo de vigilancia regular que disuada este tipo de conductas. La violencia no se produce dentro del local, sino en el momento posterior, cuando los asistentes abandonan el lugar, muchos bajo los efectos del alcohol, y se desatan peleas en plena vía pública.
El video aportado a este medio evidencia con crudeza el nivel de agresividad de los enfrentamientos. No se trata de un incidente aislado, sino de una problemática instalada en la noche neuquina, donde la falta de presencia policial deja librado al azar el bienestar de quienes viven o transitan por el centro.