Casi 500 familias del oeste neuquino se manifiestan ante la escasez de agua. La situación en el corazón del Oeste capitalino se ha vuelto insostenible, con residentes de la zona de Casimiro Gómez realizando cortes de calles para exigir un suministro de agua adecuado. Este reclamo se ha intensificado en las últimas semanas, donde los vecinos enfrentan la dura realidad de esperar horas para obtener un mínimo de agua.
Desde hace dos semanas, la comunidad enfrenta un grave problema. El movilero Rigo Castaño estuvo en el lugar y en entrevistó a vecinos para Radio 7. Las personas que decidieron cortar la calle informaron que el acceso al agua potable se ha visto limitado, con interrupciones que han llevado a algunos a levantarse a las 4 de la mañana para llenar bidones. “Llevamos semanas así, y no tenemos soluciones”, comentó una vecina que prefirió mantenerse en el anonimato.
El malestar crece entre los habitantes de la zona. Con el aumento de las temperaturas, la situación se agrava. “No tenemos agua para beber, para bañarnos, para vivir”, lamentó una de las afectadas. La comunidad ha intentado gestionar el problema, pero la presión del agua es insuficiente, a pesar de que se han instalado dos canillas en la zona.
Los vecinos exigen respuestas concretas de las autoridades. Durante el corte, los residentes han manifestado que están dispuestos a mantener la protesta hasta que se les garantice un suministro regular de agua. “Si no hay respuesta, seguiremos con el corte”, afirmaron, enfatizando que no están dispuestos a aceptar soluciones temporales, como camiones cisterna, que no resuelven la raíz del problema.
La policía ha intervenido en el lugar para mantener el orden. El tránsito ha sido desviado en varias ocasiones para evitar congestionamientos, ya que los conductores se ven sorprendidos por la protesta. La comunidad ha manifestado su frustración ante la falta de atención por parte de las autoridades locales.
La comparación con otros barrios añade indignación. Los residentes de Casimiro Gómez se sienten marginados, ya que en áreas cercanas, como un nuevo barrio inaugurado, cuentan con todos los servicios. “Es injusto que ellos tengan agua y nosotros no”, expresó otra vecina, resaltando la desigualdad en el acceso a servicios básicos.
El corte de calles es una estrategia de visibilización. Los vecinos han decidido utilizar esta táctica para llamar la atención sobre su situación desesperante. “Necesitamos que nos escuchen. No se puede vivir así”, concluyó una madre de familia, quien teme por la salud de sus hijos debido a la falta de higiene.
La lucha por el agua en Casimiro Gómez continúa. La comunidad se mantiene firme en su postura, con la esperanza de que su reclamo sea escuchado y resuelto por las autoridades competentes. La falta de agua, un recurso esencial, ha llevado a una situación crítica que no puede seguir ignorándose.