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Vaca Muerta: récord de producción, crisis laboral, infraestructura frágil y desafíos ambientales

Mientras los pozos neuquinos baten récords en extracción de petróleo y gas, la Cuenca Neuquina enfrenta despidos masivos, infraestructura vial al límite y una creciente tensión por el tratamiento de residuos industriales. La producción hidrocarburífera de Neuquén alcanzó en julio de 2025 un nuevo hito histórico: 529.291 barriles de petróleo por día, lo que significó […]

Mientras los pozos neuquinos baten récords en extracción de petróleo y gas, la Cuenca Neuquina enfrenta despidos masivos, infraestructura vial al límite y una creciente tensión por el tratamiento de residuos industriales.

La producción hidrocarburífera de Neuquén alcanzó en julio de 2025 un nuevo hito histórico: 529.291 barriles de petróleo por día, lo que significó superar por primera vez la barrera de los 500 mil barriles diarios. El incremento representa un 6,56% más que en junio y un 27,98% respecto al mismo mes de 2024. En el acumulado enero-julio, el salto interanual asciende al 21,54%.

El repunte estuvo impulsado por el rendimiento de áreas clave como Bandurria Sur, Lindero Atravesado, Mata Mora Norte, La Angostura Sur II y Rincón de Aranda, mientras que en gas también se registró un récord histórico con 113,92 millones de m³/día, un 4,39% más que en julio de 2024.

En paralelo, la producción de gas también estableció un récord histórico, con 113,92 millones de m³/día. Esto implicó una suba del 0,94% respecto a junio y del 4,39% en comparación con julio de 2024. El acumulado enero-julio de 2025 refleja un crecimiento del 3,4% frente al mismo período del año anterior. Las áreas Sierra Chata, La Calera, Aguada Pichana Este, Bandurria Sur y La Angostura Sur II lideraron este incremento.

La participación de los no convencionales sigue siendo determinante: el 96,04% de la producción de petróleo (508.314 bbl/d) y el 90,75% de la producción de gas (103,39 millones de m³/d) provienen de esta modalidad, con fuerte predominio del shale.

La importancia de este crecimiento trasciende lo provincial: Vaca Muerta se consolida como un factor estratégico para la balanza energética nacional y la generación de divisas vía exportaciones. En un contexto donde Argentina busca garantizar superávit energético y reducir la dependencia de importaciones, la curva ascendente neuquina marca un punto de inflexión.

Nación energética, tensión social

Vaca Muerta sigue consolidándose como motor energético y exportador clave. No obstante, el avance productivo choca con un escenario laboral crítico: más de 1.200 trabajadores petroleros despedidos, 2.000 cesanteados (stand‑by), y 2.000 desocupados bajo convenio UOCRA. Los despidos masivos de trabajadores en la cuenca neuquina han encendido tensiones gremiales y protestas. Sindicatos y organizaciones sociales advierten que la política de ajuste empresarial, sumada a la reducción de contrataciones en servicios, amenaza con profundizar la desigualdad en la región.

Infraestructura vial: entre promesas y emergencia

La red vial esencial para el traslado del petróleo está al límite. Pese a que se avanzó con la modernización de la Ruta Provincial 7 (duplicación, peaje electrónico, iluminación) y el bypass de Añelo, la situación es crítica. Se registraron 53 siniestros viales este año, con al menos cinco víctimas fatales, lo que llevó a declarar emergencia vial y restringir horarios para camiones en varias rutas clave.

Residuos industriales: al límite del sistema

La explosión productiva también deja una estela ambiental preocupante. Los residuos peligrosos industriales crecieron un 35 % entre 2022 y 2023, sumando más de 1,02 millones de m³, saturando la capacidad del sistema de tratamiento. YPF reportó en 2023 la generación de 465.300 m³ de residuos peligrosos, equivalentes a más de 23.000 bateas por año. Además, se registran más de dos derrames por día, acumulando miles de incidentes en pocos años. Si consideramos la proyección del crecimiento de la actividad y la capacidad de tratamiento de las empresas existentes en Vaca Muerta, los números nos indican un colapso que viene creciendo desde el 2022 cuando la capacidad de tratamiento instalada ya no alcanzaba.

Infraestructura estratégica: oleoductos que redefinen la exportación

El avance de Vaca Muerta no se sostiene solo en producción: también depende de obras clave para evacuar crudo hacia exportación.

  • VMOS (Vaca Muerta Oil Sur): consiste en un oleoducto de aproximadamente 437 km, con inversión estimada en USD 3.000 millones. Tendrá una capacidad inicial de 180.000 barriles diarios, que se expandirá a 550.000 en 2027, y podría llegar a 700.000 barriles diarios en etapas posteriores. A la fecha, se firmó un préstamo sindicado por USD 2.000 millones, cubriendo el 70 % del financiamiento, mientras que el resto será aportado por los socios.
  • Duplicar Norte: impulsado por Oldelval, implica la construcción de un oleoducto de 207 km de longitud y 24 pulgadas de diámetro, conectando Puesto Hernández (Neuquén) con Allen (Río Negro). El proyecto, con una inversión estimada de USD 380 millones, se ejecutará bajo modalidad “ship or pay”, y se prevé puesta en marcha temprana para fines de 2026 y habilitación definitiva en el primer trimestre de 2027. Incluirá una Unidad Automática de Medición en Allen para transferir entre 20.000 y 45.000 m³/día entre los sistemas de Oldelval y VMOS.

Estas obras crean un corredor logístico robusto desde la cuenca neuquina hasta la costa atlántica, permitiendo proyectar exportaciones crecientes de petróleo con eficiencia y previsibilidad.

Contrastes

El panorama de Vaca Muerta es una historia de contrastes. Por un lado, marca récords productivos y se prepara para multiplicar su capacidad de exportación. Por el otro, enfrenta una crisis laboral profunda, infraestructura vial limitada y un sistema de gestión ambiental al borde del colapso.

Para que el “boom” no se convierta en boomerang, es clave:

  • Reforzar la infraestructura vial y garantizar seguridad para el tránsito pesado.
  • Implementar políticas laborales urgentes que prioricen la continuidad de trabajadores petroleros y de la construcción.
  • Ampliar capacidades de tratamiento de residuos y reforzar la fiscalización ambiental para evitar pasivos irreversibles.
  • Fortalecer y acelerar obras logísticas como VMOS y Duplicar Norte, para asegurar que la producción pueda encontrar salida eficiente y sustentable.

Vaca Muerta tiene todo el potencial para convertirse en un motor productivo, inclusivo, seguro y equilibrado. Pero para lograrlo, necesita una estrategia integral que no deje fuera a ningún sector.

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