
En un nuevo esfuerzo de visibilización, Yonatan Valenzuela, referente de ATE Senillosa, informó que los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) llevarán a cabo una volanteada en la Ruta 22, a la altura del último puente de Arroyito. La actividad busca alertar a la comunidad sobre la posible privatización de la planta, generando preocupación y rechazo entre el personal y los gremios.
Cambio en la figura societaria: una amenaza de privatización
Valenzuela explicó que el cambio de figura societaria de la PIAP, que dejaría de ser una Sociedad del Estado para convertirse en una Sociedad Anónima, ha sido recibido con alerta y preocupación. «Estamos profundamente preocupados, ya que este cambio es una forma de privatización encubierta. Nos encontramos en una situación crítica, y esta actividad es necesaria para que la sociedad entienda lo que está pasando aquí, en la provincia de Neuquén», señaló Valenzuela.
El impacto del DNU 7030/23
El detonante de esta situación es el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 7030/23, emitido por el gobierno nacional, que permite el cambio de figura de varias empresas estatales. «Este decreto nos pone en alerta y nos obliga a movilizarnos. La semana pasada, tuvimos una reunión con el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica y miembros del directorio, quienes nos trasladaron esta información», detalló Valenzuela.
La PIAP, con una estructura societaria actual de 51% bajo control provincial y 49% nacional mediante la Comisión Nacional de Energía Atómica, tiene en sus manos el futuro de 126 trabajadores y trabajadoras. «Esperamos que el gobierno de la provincia tome una posición firme en defensa de la planta y sus empleados», indicó.
Los trabajadores, custodios del valor de la PIAP
El representante de ATE Senillosa subrayó la labor de los trabajadores en el mantenimiento y preservación de la PIAP: «La decisión de los trabajadores y trabajadoras es fundamental en esta lucha. Ellos han sostenido la planta durante los tiempos difíciles, asegurando su funcionamiento y preservando su valor. No podemos permitir que se ignore este esfuerzo y que una decisión política los deje desprotegidos».
La planta, que desde abril del año pasado tiene un contrato de reactivación firmado entre el gobierno nacional y provincial, se encuentra en un período de puesta en valor y optimización para retomar la producción de agua pesada, su principal producto. El trabajo comprometido de los empleados ha permitido que la planta siga operativa, pese a los momentos de incertidumbre.
Medidas a seguir: volanteada y Asamblea
Por el momento, la actividad de hoy se concentrará en una volanteada informativa sin cortes de ruta. Valenzuela explicó que la intención es distribuir un documento a los vehículos y personas que circulen por la Ruta 22, para que conozcan la situación real de la PIAP y el riesgo de privatización que enfrenta. «Queremos que la gente sepa que estamos nuevamente ante un modelo político que busca privatizar una empresa del Estado, algo que nos afecta a todos», subrayó.
Hoy al mediodía, los trabajadores se reunirán en una Asamblea para decidir los pasos a seguir en defensa de la planta. «La idea es analizar la situación y evaluar nuevas medidas de acción para la semana próxima. Nuestro objetivo es que esta movilización tenga el apoyo de toda la comunidad, ya que se trata de una causa que impacta directamente en el futuro de nuestros recursos y nuestra industria», concluyó Valenzuela.