
Los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito mantienen expectativas en torno a la reunión prevista para mañana con el ministro de Planificación, Rubén Etcheverry, en la que esperan obtener información concreta sobre el futuro de la planta. El encuentro fue confirmado por Jonathan Valenzuela, delegado de ATE Senillosa, quien explicó que hasta ahora no recibieron comunicación oficial sobre los avances surgidos en Buenos Aires.
Valenzuela sostuvo que la información que circula en torno a la PIAP proviene exclusivamente de los medios de comunicación, y que los trabajadores aún no recibieron ninguna confirmación directa de autoridades provinciales o nacionales. En ese marco, destacó que la reunión será clave para despejar dudas respecto de los anuncios de reactivación de la planta y de los posibles acuerdos alcanzados.
El delegado de ATE recordó que la PIAP atraviesa una prolongada parálisis que genera incertidumbre entre los empleados y que cada reunión genera expectativas difíciles de sostener si no se traducen en medidas concretas. Por eso, señaló que la decisión es no generar falsas esperanzas y esperar la palabra del ministro Etcheverry, considerado la voz oficial en este proceso.
En relación con los salarios, Valenzuela aclaró que julio ya fue cancelado a mediados de mes, mientras que el pago correspondiente a agosto debería acreditarse entre el 1 y el 10 conforme lo establece el convenio. Subrayó que los trabajadores esperan que los haberes sean abonados en su totalidad dentro de los plazos, ya que la situación económica de las familias se encuentra fuertemente condicionada por la irregularidad en los pagos.
De manera paralela a la reunión con el ministro, los empleados de la PIAP realizarán una panfleteada de visibilización en el monumento a San Martín en Neuquén capital, a partir de las 9 de la mañana. La medida será de carácter pacífico y buscará poner en la agenda pública la situación del sector y las demandas que arrastran desde hace tiempo.
El dirigente de ATE advirtió que los trabajadores mantienen cautela frente a los anuncios oficiales, recordando que en varias ocasiones se habló de reactivación sin que finalmente se concretaran avances. En este sentido, consideró necesario escuchar de manera directa a las autoridades para conocer si realmente existe un acuerdo sólido que permita proyectar el funcionamiento de la planta.
La PIAP, considerada estratégica para la provincia y para el país, se ha convertido en un símbolo de promesas incumplidas, lo que ha derivado en un clima de desgaste y desconfianza entre los trabajadores. La reunión de mañana, en ese sentido, es vista como una oportunidad para comenzar a despejar la incertidumbre y construir certezas sobre su futuro inmediato.
La expectativa está puesta en que el ministro Etcheverry pueda aclarar si existen definiciones firmes en torno a la reactivación de la planta y el financiamiento necesario. Los trabajadores insisten en que no se trata solo de un reclamo salarial, sino de garantizar el funcionamiento de una infraestructura vital para la soberanía energética. La respuesta oficial determinará los próximos pasos del gremio.