El mes de septiembre comienza con incrementos en los precios de los combustibles, la luz y el gas, generando preocupación en la población. Según el análisis de Adrián Giannetti, periodista especializado en energía, en su columna de hidrocarburos, explicó que los aumentos ya comenzaron a sentirse en las estaciones de servicio, donde el precio de los combustibles subió entre un 4% y un 7% desde ayer.
La suba del combustible este domingo actualizó el litro de nafta Súper de YPF (60% de la demanda) actualizó su valor de $875 a $926, con un aumento de casi el 6%.
En cuanto a las tarifas de gas y luz, aún no hay una definición clara por parte del gobierno nacional y las empresas proveedoras. Giannetti explicó que el Ejecutivo nacional está evaluando dos posibles métodos para ajustar las tarifas: uno basado en la inflación y otro en el poder adquisitivo de los salarios. Hasta que no se defina el criterio a aplicar, es difícil prever el impacto exacto en las facturas de los usuarios.
El periodista también señaló que, en el caso del gas, el impacto del aumento podría ser menor debido a la baja estacional en el consumo y a la mayor oferta de gas proveniente de Vaca Muerta. La coincidencia de estas circunstancias podría amortiguar el incremento en las tarifas, aunque no se descartan aumentos significativos.
Sin embargo, septiembre ya es visto por muchos como el “mes de los aumentos”, lo que genera un clima de incertidumbre entre los consumidores. Giannetti advierte que, aunque no se puede precisar aún el porcentaje exacto de los aumentos en la luz y el gas, los ajustes en los combustibles son un hecho que afecta directamente al bolsillo de los argentinos.
La situación económica del país, marcada por una caída en el consumo de combustibles, también se refleja en el comportamiento de los consumidores, quienes optan cada vez más por combustibles de menor calidad para ajustarse a sus presupuestos. Giannetti recomienda mantener la cautela y preparar el bolsillo para los próximos aumentos, que parecen inevitables.
A menos que haya una intervención legislativa significativa para frenar los incrementos, los consumidores deberán adaptarse a esta nueva realidad. Los ajustes en los insumos energéticos se suman a las dificultades económicas que enfrenta el país, haciendo de septiembre un mes desafiante para la economía doméstica.