
Un hecho insólito conmociona a San Patricio del Chañar: delincuentes sustrajeron una manguera de una autobomba perteneciente al cuartel de bomberos voluntarios de la localidad. Se trata de una herramienta fundamental para el combate de incendios, cuya ausencia puede comprometer la respuesta ante emergencias.
El robo fue descubierto cuando los bomberos notaron la falta del equipo y revisaron las cámaras de seguridad del cuartel. Según explicó a Radio 7, Florencio Barros, bombero de la institución, la manguera fue retirada de la autobomba aprovechando que el vehículo se encontraba en un predio abierto.
No es la primera vez que el cuartel sufre robos. Hace un año, desconocidos sustrajeron una linterna y un reflector de otro vehículo, aunque en esa ocasión los responsables fueron identificados y el material recuperado rápidamente.
Las limitaciones de infraestructura del cuartel agravan la situación. Actualmente, los bomberos operan en un salón comunitario cedido en comodato, lo que impide realizar modificaciones estructurales que mejoren la seguridad. Además, el espacio es público y carece de suficiente iluminación nocturna.
El objeto sustraído es de difícil comercialización, lo que incrementa la preocupación de los bomberos. La manguera cuenta con uniones de aluminio que podrían ser vendidas como metal, aunque su utilidad fuera del ámbito bomberil es casi nula. En muchos casos, estos elementos terminan descartados o destruidos.
Reponer la herramienta robada es costoso. El valor de una manguera de estas características oscila entre 200 y 300 dólares, y no es la única pieza vulnerable. El cuartel dispone de otras herramientas de mayor valor que podrían estar en riesgo.
Las cámaras de seguridad no lograron captar con claridad a los responsables. Aunque se nota que la persiana de la autobomba fue levantada, la ubicación del vehículo impidió que las imágenes capturaran a los delincuentes en acción. La policía fue notificada con la esperanza de que el objeto pueda aparecer en algún procedimiento.
El robo afecta no solo a los bomberos, sino a toda la comunidad. Si se produce un incendio y los voluntarios no cuentan con el equipo adecuado, el daño podría ser irreversible. La inseguridad golpea incluso a quienes están dedicados a proteger a los ciudadanos.