Publicidad Cerrar X

Robaron en la Fundación APANC y piden colaboración solidaria

La Fundación APANC, dedicada desde hace 30 años a alojar a familias de niños en tratamiento oncológico y cardiopatías congénitas, sufrió un robo devastador en su sede de calle Mendoza 44, en la ciudad de Neuquén. Los delincuentes ingresaron por un frente en construcción y se llevaron herramientas, electrodomésticos y hasta mercadería básica, dejando sin […]

La Fundación APANC, dedicada desde hace 30 años a alojar a familias de niños en tratamiento oncológico y cardiopatías congénitas, sufrió un robo devastador en su sede de calle Mendoza 44, en la ciudad de Neuquén. Los delincuentes ingresaron por un frente en construcción y se llevaron herramientas, electrodomésticos y hasta mercadería básica, dejando sin recursos a una organización que funciona casi exclusivamente gracias al esfuerzo voluntario y donaciones.

En diálogo con Radio 7, Pedro Basaur, fundador y director de APANC, relató que los ladrones se llevaron tres motosierras, una soldadora, un percutor, una garrafa, herramientas de mano y hasta productos de higiene personal, como jabones. Entre lo robado también había elementos prestados, lo que agrava aún más la situación. “Nos robaron todo”, resumió con angustia.

La fundación alberga a familias de toda la Patagonia y otras provincias —como Tierra del Fuego, Chubut, Santa Cruz o Córdoba— cuyos hijos reciben tratamiento en el Hospital Castro Rendón. En sus instalaciones cuentan con seis departamentos equipados para garantizar la estadía digna y gratuita de los “guerreros”, como llaman cariñosamente a los pacientes.

El hecho fue difundido por Basaur a través de redes sociales, pero no tuvo la repercusión esperada. Por eso, decidió salir a pedir ayuda pública para reponer lo perdido y recuperar la capacidad operativa mínima de la institución. “Hace un mes no tenemos ni un kilo de arroz. Empezamos a pedir ayuda entre los voluntarios”, expresó.

Gracias a la colaboración de algunas personas y organizaciones, APANC comenzó a recibir donaciones de alimentos, pero aún falta mucho para reconstruir lo robado. Cualquier aporte, incluso herramientas usadas, es bienvenido. También necesitan reacondicionar los espacios dañados, como parte de un plan más amplio de mejoras.

Basaur recordó que APANC nació a partir de su experiencia personal como padre de un niño con leucemia, y que desde entonces se convirtió en un hogar transitorio clave para cientos de familias. La institución se sostiene con una modesta campaña social provincial, aportes solidarios y un pequeño ingreso por el alquiler simbólico de algunos espacios a docentes que colaboran con el mantenimiento.

La entidad también impulsa actividades recreativas para los pacientes y proyecta este año ampliar su trabajo con niños de hogares convivenciales, a través de encuentros en su predio del lago Mari Menuco. “La idea es compartir lo que tenemos con quienes más lo necesitan”, dijo Basaur.

Quienes deseen colaborar pueden acercarse directamente a la sede de APANC o comunicarse al 299 462 7381, número de contacto de Pedro Basaur. La ayuda puede ser con alimentos, herramientas, dinero o difusión del pedido. “Este mes cumplimos 30 años, y ojalá podamos celebrarlo con el apoyo de todos para seguir sosteniendo esta obra”, cerró emocionado.

Relacionados