En el marco del 75° Congreso de la FIFA, el presidente de Boca, Juan Román Riquelme reapareció públicamente desde Paraguay y le dejó un mensaje a los hinchas en medio de la crisis institucional que atraviesa el “Xeneize”.

En medio del enfrentamiento ante Lanús por los octavos de final del Torneo Apertura de la Liga Profesional, el cual pasó a la siguiente instancia, la Bombonera se llenó de canticos, especialmente desde las plateas, en contra de la gestión de Riquelme.

Aun así, desde el entorno del presidente del “Xeneize” explicaron que la situación se dio así porque había “presencia de sectores opositores”. Mismo la conocida barra del “Xeneize”, La 12, cantó en contra de los plateistas, en búsqueda de aplacar las quejas de los fanáticos.

A su vez, utilizaron las redes sociales del club para dejarle un claro mensaje a los hinchas asegurando que “en Boca se alienta”.

El ex jugador fue claro con el consejo que les dio a los simpatizantes del club de La Ribera: “Los quiero… los quiero y los quiero mucho. Que disfruten y no se dejen llenar la cabeza, nada más”, expresó en diálogo con DSport y Doble Amarilla.

El clima se volvió aún más tenso en los días siguientes, cuando aparecieron pasacalles contra dirigentes cercanos a Román, como Ricardo Rosica y Emiliano Algeiri, señalados por presuntas irregularidades.

Las acusaciones fueron graves y reflejan una interna cada vez más profunda dentro de la conducción del club. El propio Jorge Amor Ameal, expresidente y actual vice segundo, estaría completamente apartado de las decisiones.

Por otro lado, en cuanto a lo futbolístico, Boca logró clasificar a los cuartos de final del Torneo Apertura, pero no logró disipar las críticas. La búsqueda de un nuevo entrenador para el Mundial de Clubes, que comenzará en un mes, es una muestra de la improvisación que algunos hinchas y analistas le atribuyen a la gestión.

Como si todo esto fuera poco, esta semana Riquelme también fue denunciado judicialmente por Walter Klix, funcionario del Ministerio de Seguridad de la Nación, por presunta asociación ilícita.

La denuncia apunta al manejo de abonos, carnets y un faltante de más de 50.000 prendas oficiales. Aunque desde el club relativizan la denuncia por su tinte político, no deja de ser otro golpe en un momento muy delicado.

Boca atraviesa una tormenta institucional, deportiva y política. Riquelme intenta mantener la calma y enviar señales de unidad a los hinchas, pero el contexto es más adverso que nunca. La Bombonera, que alguna vez fue su escudo, ahora también le empieza a pasar factura.