El incendio en el Valle Magdalena, dentro del Parque Nacional Lanín, lleva casi un mes activo y ha sido catalogado como el peor en la historia de la provincia del Neuquén. A pesar de la gravedad de la situación, en la última semana el perímetro del incendio no ha aumentado, lo que brinda un panorama más optimista para su control.

Las tareas de combate incluyen brigadistas de diversos parques nacionales y bomberos de varias provincias, con un despliegue de 17 medios aéreos. Se ha trabajado en enfriamiento de focos secundarios, construcción de fajas y anclajes con maquinaria pesada, mientras helicópteros realizan descargas de agua para evitar la propagación del fuego.

Antonio Retamal, brigadista oriundo de Manzano Amargo, se perdió en la espesura del bosque tras una jornada de trabajo y fue encontrado tras un intenso operativo de búsqueda. La zona donde se extravió es de difícil acceso, con vegetación tan frondosa que impide ver el cielo. Tres helicópteros, drones y brigadas terrestres participaron en su rescate nocturno.

El propio Retamal relató que caminó cinco horas para tratar de ubicarse en un claro donde pudieran divisarlo, sin éxito. Finalmente, logró reorientarse y regresar a la zona donde había sido desplegado. Nunca antes se había enfrentado a una situación similar, pero su experiencia en incendios le permitió actuar con serenidad.

La secretaria de Emergencias y Gestión del Riesgo de Neuquén, Luciana Ortiz Luna, destacó la preparación de los brigadistas y la importancia de contar con tecnología para evitar extravíos. Se están evaluando dispositivos de geolocalización para mejorar la seguridad en operativos futuros, ya que los incendios forestales presentan un alto riesgo para quienes los combaten.

Si bien el fin de semana hubo precipitaciones, fueron insuficientes para cambiar el panorama del incendio. Se espera que en los próximos días las lluvias sean más intensas y contribuyan a la extinción del fuego. Mientras tanto, el trabajo en terreno continúa con la misma intensidad.

Los brigadistas siguen operando en los sectores más críticos del incendio, con apoyo aéreo y terrestre. En algunos casos, están construyendo puntos de aterrizaje para que los helicópteros puedan trasladarlos con mayor seguridad hacia las zonas de fuego activo y luego evacuarlos.

El combate contra el incendio en Valle Magdalena sigue siendo una prioridad, con la llegada constante de refuerzos para el recambio de brigadistas. La situación sigue siendo crítica, pero la planificación y el esfuerzo del equipo en terreno permiten mantener la esperanza de controlarlo pronto.