Desde la Gerencia General Servicios Neuquén, a través de la Gerencia de Saneamiento del Ente Provincial de Agua y Saneamiento del Neuquén, se llevan a cabo trabajos de mantenimiento constante para garantizar el normal funcionamiento de las estaciones elevadoras de líquidos cloacales.
Estas tareas son fundamentales para asegurar el correcto escurrimiento de los líquidos cloacales hacia las plantas de tratamiento, donde se realizan los procesos necesarios para cumplir con los parámetros establecidos por las normativas vigentes.
En esta oportunidad con personal profesional, técnico y operativo especializado se realizó el mantenimiento en la estación elevadora ubicada Nº 20 ubicada dentro de la Isla 132.
Este tipo de intervenciones son indispensables para asegurar un servicio eficiente, seguro y sustentable para la población debiendo utilizar maquinaria de gran porte que permita extraer material que pueda obstruir la cañería o hacer ineficiente el funcionamiento de la instalación.
Sistema de saneamiento capitalino
La ciudad de Neuquén cuenta con un sistema cloacal que incluye 35 estaciones elevadoras de líquidos cloacales, situadas en lugares estratégicos, fundamentales para el correcto funcionamiento del saneamiento urbano y traslado de líquido a las tres plantas que se encuentran en la capital: Planta Tronador, Bardas Norte y Planta PIN.
Una estación elevadora cloacal es una instalación clave que permite impulsar aguas residuales desde sectores bajos hacia tramos más altos del sistema, ya sea hacia una planta de tratamiento o hacia otros conductos que operan por gravedad. Estas estaciones son especialmente necesarias en zonas donde la topografía impide el escurrimiento natural.
Principales funciones:
Impulsar líquidos cloacales desde áreas bajas o subterráneas donde no es posible el drenaje por gravedad.
Evitar acumulaciones y asegurar un flujo continuo dentro del sistema.
Proteger la salud pública y el ambiente, previniendo filtraciones o desbordes.
El mantenimiento regular de las estaciones elevadoras es esencial por las siguientes razones:
Evitar obstrucciones: La acumulación de sólidos, grasas y elementos no biodegradables puede bloquear bombas y cañerías.
Prevenir malos olores: La descomposición de residuos genera gases como el sulfuro de hidrógeno (Hâ‚‚S), que resulta desagradable, corrosivo y potencialmente tóxico.
Proteger los equipos: Las bombas y sistemas eléctricos pueden sufrir daños si operan en condiciones no óptimas.
Evitar desbordes cloacales: Una falla en la estación puede derivar en derrames con riesgo sanitario para la comunidad.
Prolongar la vida útil del sistema: Un correcto mantenimiento reduce el desgaste de los equipos e infraestructura.
Gustavo Hernández, presidente del EPAS, acompañó las tareas y señaló: “Hoy estamos acompañando al equipo del EPAS de la gerencia de saneamiento, que está realizando tareas de mantenimiento preventivo para dejar en óptimas condiciones las estaciones elevadoras de líquidos cloacales. Estas tareas, aunque no siempre visibles para los usuarios, son esenciales para garantizar el servicio y una mejor calidad de vida para nuestros habitantes”.
