
El 21 de abril de 2025, el Vaticano confirmó el fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años de edad, un evento que marca el fin de un pontificado significativo para la Iglesia Católica. La noticia de su muerte, que resonó a nivel mundial, ha generado una serie de reacciones a nivel institucional, político y social, ya que el Papa Francisco dejó un legado complejo pero influyente, centrado en temas como la pobreza, el cambio climático, la sinodalidad y el diálogo interreligioso. Este artículo explora las circunstancias de su deceso, su legado y el proceso que dará lugar a la elección de su sucesor.
La noticia de la muerte del Papa Francisco fue confirmada por el Camarlero del Vaticano, el Cardenal Kevin Farrell, a las 7:35 AM, hora local de Roma, en un mensaje oficial transmitido desde la capilla de la Casa Santa Marta, donde el Papa residía. La causa de su muerte se atribuyó a complicaciones derivadas de una neumonía bilateral, enfermedad que empeoró tras varios episodios de salud delicada, incluyendo una crisis respiratoria a principios de 2025. La noticia fue corroborada a través de las plataformas de comunicación oficial del Vaticano, como Vatican News.
El Papa Francisco asumió el pontificado en marzo de 2013, convirtiéndose en el primer Papa latinoamericano, jesuita y el primer Papa proveniente del hemisferio sur. Su papado estuvo marcado por un enfoque pastoral centrado en la humildad, la justicia social y la lucha contra la pobreza. Durante su mandato, se comprometió en causas globales como el cambio climático, los derechos de los migrantes, y el diálogo interreligioso. También fue conocido por su enfoque inclusivo hacia las personas marginadas y su intento de promover una Iglesia sinodal, más abierta y menos centralizada en Roma.
Uno de sus legados más duraderos es la encíclica Laudato Si’, un llamado urgente a la protección del medio ambiente y una crítica a la cultura del descarte y el consumismo. Además, su enfoque pastoral hacia la comunidad LGBTQIA+ y su apertura al diálogo sobre el celibato y el papel de la mujer en la Iglesia fueron temas clave que definieron su pontificado. No obstante, su papado también enfrentó críticas dentro de sectores conservadores que percibieron sus reformas como demasiado radicales.
En cuanto a la lucha contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia, Francisco promovió políticas de tolerancia cero, pero también enfrentó resistencia de aquellos que consideraban que sus medidas no fueron suficientemente efectivas para erradicar el problema de manera decisiva.
El Proceso de Elección del Nuevo Papa
Con el fallecimiento del Papa Francisco, la Iglesia entra en un período conocido como «Sede Vacante». Durante este tiempo, el Camarlero del Vaticano, en este caso el Cardenal Kevin Farrell, tiene la responsabilidad de gestionar los asuntos diarios de la Santa Sede hasta la elección del nuevo Papa. El proceso de elección del nuevo pontífice se realiza a través del Cónclave, donde los cardenales menores de 80 años se reúnen para votar al sucesor de San Pedro. Para ser elegido, un candidato debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos del Cónclave. La votación es secreta y se repite varias veces al día hasta que se alcance un consenso.
Durante el Cónclave, que comenzará entre 15 y 20 días después del fallecimiento del Papa, los cardenales son aislados en la Capilla Sixtina para evitar cualquier influencia externa. El proceso es uno de los más misteriosos del mundo, y el resultado es conocido solo por los cardenales votantes. El tradicional humo blanco que sale de la chimenea del Vaticano es el signo de que se ha elegido al nuevo Papa, quien será anunciado con el célebre «Habemus Papam».
Principales Candidatos a Suceder al Papa Francisco
La elección del próximo Papa será un proceso fundamental para el futuro de la Iglesia Católica, ya que el próximo pontífice podría continuar con el legado de Francisco o marcar un cambio significativo en la dirección de la Iglesia. A continuación, se presentan algunos de los principales candidatos que podrían ser elegidos como sucesores de Francisco:
Matteo Zuppi
Cardenal de Bolonia, Matteo Zuppi ha sido una figura clave en la Iglesia Católica y es considerado un candidato fuerte para el papado. Zuppi es conocido por su enfoque pastoral, su énfasis en la misericordia y el diálogo interreligioso, y su compromiso con la paz. Fue uno de los principales mediadores en el proceso de paz en Sudán del Sur y ha sido parte de la Comisión Vaticana para la Paz. Zuppi también ha trabajado para reformar la curia vaticana y ha mantenido una postura crítica hacia las desigualdades sociales, un enfoque alineado con el de Francisco.
Pietro Parolin
El Cardenal Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano, es otro candidato destacado. Parolin ha sido una figura importante en la diplomacia del Vaticano y ha trabajado para fortalecer los lazos del Vaticano con gobiernos de todo el mundo, especialmente en el contexto de relaciones con China y la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia. Su conocimiento en asuntos internacionales y su experiencia en el gobierno del Vaticano lo colocan como un candidato con posibilidades, aunque se le percibe como más conservador que otros.
Luis Antonio Tagle
El Cardenal Luis Antonio Tagle, Arzobispo de Manila, ha sido uno de los favoritos en los círculos vaticanos desde la elección de Francisco. Tagle ha sido un defensor de los pobres y un firme promotor del diálogo interreligioso. Su cercanía con Francisco y su capacidad para comunicarse con los fieles en Asia y América Latina lo hacen un candidato fuerte. Su enfoque pastoral centrado en la misericordia y su postura progresista en cuestiones sociales lo alinean con el legado de Francisco, aunque su estilo podría ser un tanto más moderado.
Jean-Claude Hollerich
Jean-Claude Hollerich, Cardenal de Luxemburgo, ha sido un defensor de una Iglesia más inclusiva y abierta. Hollerich ha sido una voz crítica dentro de la Iglesia en temas como el tratamiento de la comunidad LGBTQIA+ y ha abogado por una mayor sinodalidad en la Iglesia. Su enfoque pastoral se alinea con el de Francisco, y su activismo social y su enfoque en la unidad hacen de él un candidato interesante, aunque su llegada al papado podría generar tensiones dentro de sectores más conservadores de la Iglesia.
Robert Sarah
El Cardenal Robert Sarah, de Guinea, es uno de los candidatos más conservadores para el papado. Sarah ha sido una figura clave dentro del movimiento tradicionalista dentro de la Iglesia Católica. Su postura sobre la liturgia, el celibato y la moral sexual lo sitúan en el extremo opuesto del enfoque progresista de Francisco. Si bien su estilo conservador podría atraer a los sectores más tradicionales de la Iglesia, su elección podría representar un cambio significativo respecto a la dirección adoptada por Francisco.
Desafíos para la Iglesia Católica
El proceso de elección de un nuevo Papa se da en un momento de desafíos para la Iglesia Católica, tanto a nivel interno como externo. La Iglesia se enfrenta a problemas financieros, escándalos de abusos sexuales y la necesidad de modernizar su estructura interna para abordar los problemas del siglo XXI. Además, la globalización, el relativismo moral y los desafíos ecuménicos han generado tensiones dentro de la Iglesia. Los nuevos cardenales tendrán que evaluar cuál es el rumbo más adecuado para la unidad de la Iglesia, al mismo tiempo que responden a las expectativas de los fieles en un mundo cada vez más secularizado.