
El caso de Azul Semeñenko, la trabajadora estatal hallada sin vida en un canal del oeste neuquino, continúa generando conmoción en toda la provincia. Este lunes, su hermano Marco Michapan rompió el silencio y aseguró que la familia tiene “esperanza en la justicia” luego de la detención de un hombre de 59 años, principal sospechoso del hecho.
“Es un dolor inmenso, pero al menos sabemos que hay una persona detenida. Esperamos que hoy o mañana se realice la formulación de cargos, y que si es el responsable, pague como corresponde”, expresó en diálogo con el móvil de Rigo Castaño, para el programa Todo se Sabe de Radio 7 Neuquén.
Marco confirmó que la familia presentará un equipo de abogados para constituirse como querellante y que la acusación será bajo la figura de homicidio agravado por odio a la identidad de género, contemplada en el Código Penal.
“Queremos que se lo juzgue como lo que fue: un crimen de odio. Por cómo fue encontrado el cuerpo y por todo lo que se sabe hasta ahora, todo indica que fue un transfemicidio”, sostuvo.
Además, pidió que la investigación se realice con prolijidad y respeto por los protocolos internacionales que rigen para casos de violencia hacia personas trans. “No quiero decir mucho más para no entorpecer el trabajo de la fiscalía, pero todo apunta en esa dirección”, agregó.
Durante la entrevista, Marco también se refirió a los mensajes discriminatorios que circularon en redes sociales tras conocerse el asesinato.
“No les doy importancia. Esa gente no tiene empatía, ni con mi familia ni con las compañeras y compañeros de Azul, que la conocían y la querían. Azul luchó por su estabilidad laboral y por ser quien era, con una dignidad enorme”, afirmó.
Michapan destacó la masiva movilización que se realizó en Neuquén para pedir justicia. “Fue algo impresionante, no lo esperábamos. No hubo una gran organización previa, fue espontáneo, nacido del amor y la indignación. La bandera que más se vio fue la de la verdad y la justicia”, expresó emocionado.
La marcha se replicó en distintas ciudades del país y tuvo eco incluso en el recital de Lali Espósito, donde la artista pidió justicia por Azul desde el escenario. Para Marco, este acompañamiento “significa que la sociedad empieza a tomar conciencia de que los crímenes de odio no pueden seguir siendo invisibilizados”.
La familia aún no conocía al detenido ni tenía referencias de él. “Nos enteramos por la justicia que había una persona demorada. Azul nunca nos habló de él. Pero tenemos fe en que la verdad va a salir a la luz”, aseguró Marco, quien recordó a su hermana como “una persona amable, empática y solidaria con todos”.
Mientras se aguarda la audiencia de imputación, el caso continúa en manos del equipo fiscal liderado por Agustín García y Guadalupe Inaudi, que investiga el hecho bajo la figura de homicidio calificado por odio a la identidad de género.
La pena prevista por el Código Penal para este delito es prisión perpetua.