Camila, una joven madre de 29 años, permanece en estado de coma desde hace un año y medio luego de someterse a una cesárea en el hospital Heller de Neuquén. Su familia denuncia negligencia médica durante la intervención realizada el 11 de febrero de 2024, cuando nació su hija Alma.

Según relató su esposo, Leandro Ismael Gómez, el embarazo de Camila era considerado de alto riesgo y estaba siendo monitoreado constantemente. Pese a las indicaciones médicas registradas en la libreta de control prenatal, asegura que el equipo de salud intentó inducir un parto natural sin éxito, hasta que finalmente la llevaron de urgencia a cesárea.

“Me avisaron que mi hija había nacido sin vida pero lograron reanimarla. Luego, a los pocos minutos, me dijeron que Camila había sufrido un paro cardíaco”, explicó Gómez, quien sostiene que su esposa no tenía antecedentes cardíacos y que el daño neurológico fue consecuencia directa del procedimiento.

Desde entonces, Camila permanece internada y sin conexión consciente con su entorno. “Ella abrió los ojos, pero su cerebro no conecta. No sigue con la mirada, está como apagado”, describe su marido. Inicialmente, el Estado costeaba su rehabilitación en un centro privado para evitar el deterioro físico, pero esa ayuda fue interrumpida, dejando a la familia sin recursos para continuar el tratamiento.

El Ministerio de Salud de Neuquén confirmó en un comunicado que el caso está en proceso judicial. “Reconocemos que se trata de una situación desafortunada tanto para la paciente como para su familia. Si bien toda intervención quirúrgica conlleva riesgos, esto no minimiza lo ocurrido”, indicaron. Además, aseguraron que se brindó seguimiento y acompañamiento profesional durante todo este tiempo.

La familia exige respuestas y justicia para esclarecer las responsabilidades médicas y garantizar la continuidad de los cuidados necesarios para Camila.