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Proliferan los aguantaderos en Neuquén

El barrio Buque Roldán atraviesa una situación de preocupación creciente por una casa abandonada que, según los vecinos, se transformó en refugio de personas en situación de calle y presuntos delincuentes. El inmueble pertenece a una mujer mayor que vive sola y, de acuerdo con los testimonios, no cuenta con la asistencia de sus hijos […]

El barrio Buque Roldán atraviesa una situación de preocupación creciente por una casa abandonada que, según los vecinos, se transformó en refugio de personas en situación de calle y presuntos delincuentes. El inmueble pertenece a una mujer mayor que vive sola y, de acuerdo con los testimonios, no cuenta con la asistencia de sus hijos ni el mantenimiento necesario.

El móvil de calle de Todo se Sabe constató en el lugar una vivienda en estado crítico, con basura acumulada, colchones quemados y residuos peligrosos, entre ellos ampollas y restos de medicamentos. En el interior se percibe un olor penetrante e irrespirable, mientras que en el exterior se observan restos de incendios anteriores y postes quemados por el fuego.

Los vecinos aseguran que en el lugar entran y salen desconocidos a toda hora, lo que genera temor por la posible comisión de delitos y por el riesgo de incendios. “La basura trae más basura”, comentaron, preocupados por la falta de intervención de las autoridades.

La vivienda, que presenta un techo reparado de forma precaria y una puerta sin cerradura, se encuentra completamente expuesta. Esto facilita que sea ocupada temporalmente por personas que —según los vecinos— consumen sustancias o esconden objetos robados. Algunos de ellos aseguran haber visto movimientos sospechosos en el lugar durante la noche.

La zona, además, fue escenario reciente de hechos violentos y tiroteos, lo que incrementa el clima de tensión. Ante esta situación, los habitantes del sector exigen una respuesta urgente de las autoridades municipales para que evalúen la seguridad de la propiedad y actúen conforme a las ordenanzas vigentes.

Los vecinos reclamaron la intervención de la Secretaría de Obras Particulares y de la comisión vecinal del barrio, a quienes piden que recorran el sector y realicen las intimaciones necesarias a los propietarios. También recordaron que pueden realizar denuncias y reclamos al 147, el canal oficial del municipio para emergencias urbanas.

El pedido central apunta a que el predio sea limpiado, cerrado y controlado, evitando nuevos ingresos y reduciendo los riesgos de incendio y vandalismo. Además, solicitan que se reinstalen los reductores de velocidad sobre la calle 12 de Septiembre, retirados por algunos vecinos, para prevenir accidentes de tránsito en la zona.

El caso expone una problemática que se repite en distintos sectores de Neuquén: viviendas en estado de abandono que se convierten en focos de inseguridad y contaminación. La combinación de desinterés, falta de control y precariedad social genera espacios donde proliferan la marginalidad y la violencia.

Los vecinos de Buque Roldán, cansados de convivir con esta situación, insisten en la necesidad de una respuesta articulada entre municipio, policía y comunidad, antes de que el problema derive en un hecho más grave.

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