Publicidad Cerrar X

Producción petrolera argentina alcanza nivel histórico impulsada por Vaca Muerta

La Argentina logró en julio de 2025 una producción de 807.127 barriles de petróleo por día, la cifra más alta registrada en los últimos 26 años. Este hito no solo supera ampliamente los niveles de 1999, sino que también consolida al país como un actor clave en el mercado energético regional, en medio de un […]

La Argentina logró en julio de 2025 una producción de 807.127 barriles de petróleo por día, la cifra más alta registrada en los últimos 26 años. Este hito no solo supera ampliamente los niveles de 1999, sino que también consolida al país como un actor clave en el mercado energético regional, en medio de un escenario económico y político marcado por la necesidad de divisas.

El crecimiento tiene nombre propio: Vaca Muerta, epicentro del shale oil argentino, aportó más de medio millón de barriles diarios y rompió su propio récord de producción. El yacimiento neuquino se ha convertido en el motor indiscutido del sector hidrocarburífero, con un peso creciente en la balanza energética y en la estrategia nacional de exportación.

Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, la producción total de crudo en julio se incrementó un 17,86% respecto del mismo mes de 2024. Esto significa un salto de más de 122.000 barriles adicionales por día en apenas un año, un volumen que equivale a la producción completa de algunas de las áreas petroleras más importantes del país.

Este avance se da en un contexto de alta volatilidad internacional y desafíos internos, donde la demanda global de hidrocarburos enfrenta oscilaciones de precios y el país debe sortear tensiones macroeconómicas. Aun así, la actividad en la Cuenca Neuquina no solo resistió los embates, sino que superó la barrera de los 800.000 barriles diarios, quedando cerca de romper el récord absoluto de la etapa dorada del petróleo convencional.

El salto productivo de Vaca Muerta no es casual. Responde a inversiones sostenidas en infraestructura, mejoras en tecnología de perforación y acuerdos de competitividad laboral, que permitieron reducir costos y aumentar la eficiencia. Estos factores, sumados a la decisión política de potenciar la exportación, consolidaron al shale como una fuente de ingresos vital para la Argentina.

El impacto económico es inmediato: más exportaciones, generación de divisas y empleo directo e indirecto en la región. Neuquén, en particular, se posiciona como el principal motor productivo del país, con un dinamismo que ya transforma su estructura social y económica, atrayendo empresas, profesionales y capitales hacia el desarrollo energético.

A nivel político, el récord de producción fortalece al gobierno nacional en un momento en el que necesita resultados concretos para mostrar recuperación. El avance en hidrocarburos se convierte así en una herramienta estratégica para mejorar la relación con los mercados internacionales, negociar financiamiento y sostener la estabilidad fiscal en un escenario todavía frágil.

La producción récord de julio no solo es un dato coyuntural, sino que marca un cambio estructural en la matriz energética argentina, con Vaca Muerta consolidándose como pilar central del desarrollo. El desafío será sostener este ritmo en el tiempo, compatibilizando crecimiento económico con la transición energética que demanda el futuro global.

Relacionados