
Un hombre de 63 años fue interceptado en un control de rutina sobre la Ruta Nacional 250, a la altura del kilómetro 258, cuando trasladaba más de 120 kilos de carne vacuna sin las condiciones sanitarias exigidas por la normativa vigente. El operativo lo realizó el personal del Destacamento Especial de Seguridad Vial de Pomona.
El hecho ocurrió el martes por la noche, alrededor de las 21:45 pm, cuando efectivos detuvieron la marcha de la camioneta Ford Ranger que circulaba en dirección a Lamarque. El conductor, vecino de esa localidad, manifestó que regresaba desde la zona rural de General Conesa.
Durante la inspección, el personal policial advirtió una conservadora vacía en el asiento trasero. Sin embargo, al revisar más a fondo, encontraron varias bolsas opacas de nylon ocultas bajo una frazada, que contenían carne.
El hombre explicó que se trataba de carne de un ternero de su propiedad, y que la llevaba para consumo personal. Pero no pudo presentar ninguna documentación que lo respalde como certificación sanitaria o guías de traslado.
En total, se decomisaron tres bolsas con carne picada, vísceras, dos cuartos, dos paletas y un chuletero. El peso estimado fue de 120 kilos. Al no cumplir con las exigencias sanitarias e higiénicas, se dio intervención a la inspección de ganadería.
De acuerdo al protocolo, el organismo resolvió la destrucción de la carne en el digestor del Matadero de Luis Beltrán, medida habitual en estos casos para evitar riesgos a la salud pública.