Gremios universitarios convocan a un paro nacional de 48 horas los días 26 y 27 de junio, acompañado de una marcha de antorchas en defensa de la universidad pública. En declaraciones radiales, Silvia Brouchoud, secretaria general de ADUNC, detalló que la medida busca visibilizar la crisis presupuestaria y salarial que afecta al sector, con una pérdida de poder adquisitivo de entre el 35 y el 40% desde diciembre de 2023.
En el Alto Valle, las comunidades universitarias de Neuquén, Cipolletti y Cinco Saltos se movilizarán desde las 17 en el playón de la UNCo, iniciando la marcha a las 18. La consigna “Prendete a defender la universidad” invita a la comunidad y otros sindicatos a sumarse, destacando la necesidad de un reclamo colectivo frente a la situación crítica del sistema universitario.
La pérdida salarial, estimada entre el 35 y el 40%, varía según el cargo docente, siendo más grave en los iniciales. Brouchoud explicó que los incrementos otorgados por el Ministerio de Capital Humano han sido consistentemente inferiores a la inflación, generando una brecha de casi 100 puntos entre los salarios y el costo de vida desde el inicio del gobierno de Milei.
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El déficit presupuestario agrava la crisis, afectando el aumento de becas estudiantiles y el sostenimiento de las universidades. Esta situación, que se arrastra desde el año pasado, ha llevado a los gremios, junto a rectores y estudiantes, a coordinar acciones a nivel nacional para exigir soluciones inmediatas al gobierno.
La marcha de antorchas se replicará en todo el país, en las sedes de universidades nacionales, como un llamado a la sociedad para defender la educación pública. ADUNC subraya que esta movilización busca recuperar el diálogo con la comunidad y visibilizar el impacto de las políticas actuales en el sistema educativo superior.
La crisis salarial está provocando un éxodo de docentes, quienes abandonan la universidad pública por mejores oportunidades en el sector privado o en otros ámbitos públicos, como la educación secundaria. Este fenómeno, iniciado en 2023, incluye la renuncia a cargos estables, afectando la calidad académica y la investigación.
El impacto en las aulas es directo, con cátedras que no logran cubrir vacantes y un aumento en la proporción de estudiantes por docente. Esto reduce los horarios de consulta y las comisiones de trabajos prácticos, deteriorando la experiencia educativa y la formación de los estudiantes.
Brouchoud advirtió sobre un “lento proceso de vaciamiento” de las universidades, donde la falta de salarios dignos expulsa a profesionales capacitados. “Sin docentes no hay universidad”, enfatizó, señalando que la precarización laboral amenaza la continuidad del modelo universitario público y gratuito.
