
Desde el 1 de abril, los precios de los combustibles volverán a subir en todo el país. El ajuste, que rondará el 2% en promedio, responde a la estrategia del Gobierno de actualizar gradualmente los valores para mitigar el impacto inflacionario.
La medida afectará a todas las estaciones de servicio, replicando la suba aplicada en marzo. La decisión está vinculada a la cotización internacional del crudo Brent, los costos de refinación y la carga impositiva. Actualmente, las refinerías trabajan con valores de paridad de importación, lo que implica que cualquier variación en el mercado global impacta en los precios locales.
Otro factor clave es el reciente aumento en los biocombustibles, que fue dispuesto en febrero. El biodiesel y el bioetanol, componentes de gasoil y naftas respectivamente, subieron un 2%. Aunque este incremento no se refleja de inmediato en los surtidores, genera presión sobre los costos de refinación y distribución.
Con esta nueva suba, los automovilistas verán un nuevo golpe al bolsillo. La medida se da en un contexto de alta inflación y ajustes tarifarios en distintos sectores de la economía, lo que complica a los consumidores y el transporte de mercaderías.
En la región de Neuquén, los precios quedarán de la siguiente manera: la nafta Súper costará $1090, la Infinia subirá a $1349, el diésel tendrá un valor de $1352, mientras que el Infinia Diésel alcanzará los $1602. Estas cifras podrían sufrir variaciones según la estación de servicio y la distribuidora.
El ajuste en los combustibles se suma a una serie de incrementos en bienes y servicios esenciales, lo que refuerza la preocupación de distintos sectores económicos. El transporte de cargas y pasajeros, dependiente del gasoil, podría trasladar estos costos a sus tarifas en las próximas semanas.
Mientras tanto, las petroleras seguirán monitoreando el mercado internacional y la evolución de los costos internos. El próximo ajuste podría definirse en mayo, dependiendo de las condiciones macroeconómicas y la decisión del Gobierno en materia de precios regulados.
La incertidumbre persiste en el sector, y los consumidores se ven obligados a reajustar sus presupuestos ante el constante aumento del costo de vida. La preocupación por el impacto de estas medidas en la economía diaria es cada vez mayor.