Una familia de la colonia rural Nueva Esperanza lo perdió todo en un incendio ocurrido el pasado viernes por la mañana. La vivienda de Gladys Arancibia y su esposo quedó completamente destruida luego de que un desperfecto eléctrico desatara el fuego que consumió la totalidad de sus pertenencias. El matrimonio, que residía solo en el lugar, debió improvisar un refugio precario a pocos metros de donde se produjo el siniestro.

“Salí temprano por un trámite y a las 11 de la mañana me avisaron que se incendiaba la casa”, relató Gladys Arancibia, visiblemente afectada por lo ocurrido. La mujer explicó que el fuego se inició por un corte de corriente y que, al regresar, ya no había forma de salvar lo que había en la vivienda. “No quedó nada”, resumió sobre el panorama devastador que encontró.

Actualmente, la pareja sobrevive en una pequeña estructura improvisada de madera y cartones, junto al terreno donde estaba su casa. “Hicimos una piecita con lo que encontramos para no quedar en la calle”, contó Gladys, quien además mencionó que su esposo se encuentra operado de la columna, lo que complica aún más su situación.

El matrimonio solicita colaboración urgente de la comunidad para poder reconstruir su hogar, priorizando la necesidad de materiales como ladrillos, chapas y maderas. “No quiero vivir más así, necesito material para levantar de nuevo la casa”, pidió la mujer. También mencionó que, si es posible, agradecerían la donación de una heladera y otros electrodomésticos básicos.

El incendio arrasó con todos los bienes de la familia, incluidos muebles, electrodomésticos, colchones y ropa. “El tanque, la mesa, la cama, el freezer, el televisor… no quedó nada”, lamentó Gladys. La pérdida total ha dejado al matrimonio en una situación de extrema vulnerabilidad, justo cuando comienzan los días más fríos del año.

A pesar de la tragedia, Gladys destacó la solidaridad de algunos vecinos, quienes se acercaron a brindarles frazadas y un colchón. Sin embargo, reconoció que aún necesitan ayuda para salir adelante. “Gracias a Dios tenemos colchón, pero falta de todo”, dijo con preocupación.

Quienes deseen colaborar pueden comunicarse al número de teléfono 299 510 98 42. Gladys se encuentra en la colonia rural Nueva Esperanza y puede enviar su ubicación a quienes quieran acercar donaciones personalmente. “Lo que la gente tenga en su casa y no use, nos puede servir”, expresó con esperanza.

La familia mantiene la expectativa de que algún empresario o persona solidaria pueda ayudarlos con una donación que les permita comenzar de nuevo. “Es difícil, parece imposible, pero creo que vamos a salir de esta”, concluyó Gladys Arancibia, agradecida por la ayuda que ya han recibido y abierta a cualquier colaboración futura.