
El papa León XIV es recordado en su Chicago natal no solo por su vocación religiosa y su perfil pastoral, sino también por su preferencia por comidas sencillas y muy estadounidenses. Según supo Noticias Argentinas, cada vez que regresaba a su ciudad, el entonces cardenal Robert Prevost —»Bob», para sus amigos— solía compartir pizza con cerveza o tacos con margarita con sus antiguos compañeros agustinos.
El padre John Merkelis, presidente del Instituto católico Providence en New Lenox, contó a la agencia EFE que conoció a Prevost desde la adolescencia, cuando ambos ingresaron al seminario agustino. Y recordó que el ahora pontífice “nunca buscaba lujos” ni siquiera siendo cardenal. “Dormía en el cuarto de huéspedes del instituto o se quedaba en la casa de su hermano”, remarcó.
“Pizza y cerveza”, el plan de cada reencuentro
Merkelis, que compartió seis años de formación con Prevost, reveló que cada vez que el nuevo papa regresaba a Chicago desde Perú o Roma, “nos juntábamos a comer pizza con cerveza”. En su última visita, en agosto de 2024, la comida fue diferente pero igual de descontracturada: “Comimos tacos y margaritas. Una sola margarita, ¿eh?”, bromeó.
Con anécdotas como estas, se empieza a trazar el perfil íntimo de un papa estadounidense con raíces latinoamericanas y corazón sencillo, que hoy conmueve al mundo católico.