Una de las decisiones centrales fue reactivar una posta policial en la calle Domene al 165, en un edificio que anteriormente funcionó como sede vecinal del barrio Río Grande. Esta acción busca fortalecer la presencia de las fuerzas de seguridad en un área clave por su conexión con el río Limay, donde la afluencia de personas aumenta significativamente durante los meses de verano.
“La posta será un punto estratégico para el personal policial, incluyendo patrullas, bicicletas y motocicletas, permitiendo una rápida respuesta ante emergencias,” afirmó Guevara, quien valoró la participación activa de los vecinos y del diputado Lucas Bermúdez en la reunión.
Otro tema abordado fue el de los ruidos molestos y las picadas ilegales, problemáticas históricas en la zona que generan constantes reclamos. Si bien esta cuestión excede las competencias exclusivas de la Policía, se acordó articular esfuerzos con el municipio para implementar medidas conjuntas que reduzcan estas actividades.
El aumento de la inseguridad en la ribera durante el verano también fue un eje central de las discusiones. La afluencia de personas en situación de calle y su desplazamiento hacia barrios residenciales ha sido un fenómeno en crecimiento, por lo que la Policía busca fortalecer la vigilancia preventiva y coordinar respuestas rápidas.
Además de la posta, se planificaron operativos específicos para abordar los delitos en esta época del año, caracterizada por una actividad constante en la costa de la ciudad. La Policía destacó la importancia de estas reuniones como espacios de interacción con la comunidad, permitiendo identificar problemáticas particulares de cada barrio.
“El trabajo mancomunado entre vecinos, autoridades municipales y fuerzas de seguridad es fundamental para mejorar la calidad de vida en estos sectores de la ciudad,” subrayó Guevara, quien reafirmó el compromiso de realizar nuevos encuentros para evaluar avances y ajustar estrategias.
Las autoridades policiales también destacaron la necesidad de atender las problemáticas sociales de fondo que atraviesan algunos sectores, apostando por un enfoque integral que no solo implique mayor presencia policial, sino también un acompañamiento más amplio.
Estas medidas se implementarán de manera gradual, con el objetivo de consolidar un verano más seguro tanto para los residentes como para los visitantes que disfrutan de las áreas costeras de la capital neuquina.
El compromiso de las fuerzas de seguridad incluye, además, reforzar la comunicación con los vecinos para garantizar que sus necesidades y preocupaciones sean atendidas de manera oportuna y eficaz.
Con el respaldo de la Policía y el involucramiento activo de la comunidad, se espera que la ribera del río Limay sea un espacio más seguro y ordenado durante los próximos meses.