La provincia de Neuquén intensifica el monitoreo de pasos fronterizos no habilitados en la zona cordillerana, luego de una recorrida conjunta entre la Fiscalía General provincial, la Justicia Federal, Gendarmería y Policía Federal, encabezada por el fiscal general José Gerez. El operativo se realizó en las áreas de Villa Pehuenia, Pino Hachado y sectores limítrofes, donde se relevaron senderos utilizados para narcotráfico, tráfico de armas, contrabando y tránsito ilegal de personas.
El trabajo se desarrolló en una franja fronteriza compleja, donde Neuquén comparte 550 kilómetros con Chile, en conexión directa con la conocida macrozona sur chilena, una región marcada por conflictos rurales, presencia delictiva y circulación irregular. Según autoridades trasandinas, Chile detectó al menos 20 pasos clandestinos activos en la zona, mientras que del lado argentino preocupa la facilidad con la que pueden cruzarse senderos y caminos secundarios burlando los controles oficiales.
Las autoridades explicaron que los grupos criminales suelen mezclarse entre turistas para cruzar la cordillera, transportar sustancias ilegales o armas, o refugiarse temporalmente en Argentina mientras evaden procesos judiciales en Chile. En los últimos meses, investigaciones federales registraron armas de origen argentino incautadas en territorio chileno, lo que encendió alarmas sobre circuitos activos de contrabando.
La Fiscalía adelantó que trabaja en una alianza binacional de cooperación entre fiscales de la Patagonia y Chile, con el objetivo de compartir información y coordinar investigaciones sobre crimen organizado transfronterizo, un esquema que buscará integrar fiscalías de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego junto a autoridades del Ministerio Público chileno.
El relevamiento también evaluó condiciones de seguridad, señalando la capacidad de ciertos pasos para permitir la circulación a pie o en vehículos sin ser detectados. Para el Ministerio Público Fiscal, el desafío es reforzar controles, agilizar la cooperación judicial y anticiparse a la consolidación de bandas mixtas que combinan perfiles criminales a ambos lados de la cordillera.
Las autoridades insistieron en que la problemática no es solo regional sino binacional, y que requiere respuesta coordinada para evitar que el delito transnacional avance y se consolide en corredores fronterizos de baja vigilancia.


