Las bicicletas eléctricas estarán disponibles en cinco estaciones distribuidas estratégicamente, y funcionarán a través de una aplicación móvil que permitirá verificar disponibilidad, anclar las unidades y abonar el uso. Cada bicicleta tendrá un sistema GPS integrado que posibilitará su seguimiento en tiempo real y facilitará la gestión del servicio.

El uso será arancelado, con un costo inicial de 500 pesos, establecido en la tarifaria municipal. Ese monto cubrirá tareas de mantenimiento constantes, necesarias para sostener el correcto funcionamiento del sistema. Los trabajos incluirán reposición de cubiertas, ajuste de frenos, limpieza, engrase y control de los sistemas eléctricos.

Estas bicicletas permitirán circular con asistencia al pedaleo, lo cual facilitará su uso en trayectos de mayor exigencia física sin que el usuario deba realizar demasiado esfuerzo. Contribuirán además a descomprimir el tránsito vehicular y a fomentar una movilidad más saludable y sostenible.

La flota inicial contará con 100 unidades, y convivirá con el actual sistema de bicicletas públicas, aunque se diferenciará por el color, la tecnología y la modalidad de uso. Las nuevas unidades están diseñadas para resistir actos de vandalismo, con estructuras reforzadas, frenos a disco, batería protegida y anclajes más seguros.

Se prevé que durante la primera semana de julio se anuncie oficialmente el inicio del sistema, junto con los manuales de uso y la presentación de la billetera virtual que permitirá acceder al servicio. El nuevo esquema busca consolidar una red de transporte alternativa, moderna y eficiente, pensada para reducir la dependencia del automóvil en los desplazamientos cotidianos.