
Esta mañana, el barrio Rincón de Emilio verá concretada la pavimentación completa de todas sus calles, con la presencia del intendente Mariano Gaido y del gobernador Rolando Figueroa, dando un cierre simbólico al proceso que transformó la infraestructura vial del sector. La ceremonia se enmarca en una política municipal de articulación con Provincia para potenciar la accesibilidad urbana y responder a demandas históricas de los vecinos.
El plan de modernización incluyó más de 227 cuadras pavimentadas, junto con obras pluviales fundamentales para prevenir anegamientos en días de lluvia, consolidando un desarrollo urbano profundo. Las labores se financian con fondos municipales, partiendo del superávit fiscal de Neuquén, que permitió invertir en servicios básicos sin depender de recursos externos. La infraestructura estuvo acompañada por redes de pluviales y servicios subterráneos, asegurando así la durabilidad de la obra y mejor calidad de vida para los habitantes.
El mejoramiento del asfalto se complementó con la construcción de una nueva costanera, la cual cuenta con accesos directos al paseo ribereño y espacios de estacionamiento. Esta intervención apunta a fortalecer la integración del barrio con el río, promoviendo su vinculación con espacios públicos y generando una mayor fluidez peatonal y vehicular hacia áreas de recreación comunitaria.
En el acto inaugural participan en forma conjunta el intendente Gaido y el gobernador Figueroa, en un gesto visible de coordinación institucional dentro del programa “Orgullo Neuquino”. La alianza política destacó la ejecución conjunta de obras esenciales, evidenciando una voluntad compartida de cubrir barrios históricamente postergados y consolidar la infraestructura urbana de la ciudad.
La pavimentación de Rincón de Emilio forma parte de un plan mayor, que incluye otros barrios como Confluencia, Valentina Sur, Z1, San Lorenzo, Villa Ceferino e Islas Malvinas, alcanzando más de 3.400 cuadras asfaltadas durante 2025. Este despliegue estructural evidencia el ritmo y la escala de una política pública orientada a cerrar brechas urbanas en toda la capital neuquina.
La ejecución técnica incluyó cordón cuneta y entubado del canal en zonas clave, asegurando el drenaje pluvial y evitando futuros problemas hidrográficos. Esto no sólo refuerza la infraestructura vial, sino que garantiza que el asfalto se mantenga en buen estado frente a precipitaciones, alineándose con los estándares de planificación urbana sostenible y resiliente.
La inauguración, prevista originalmente para primeros días de septiembre, se adelanta hoy, como reflejo del avance acelerado de los trabajos, tras haber alcanzado el 100 % de la pavimentación, según fuentes municipales. Esa culminación anticipada simboliza eficiencia operativa y capacidad de respuesta frente a demandas vecinales largamente postergadas.
El impacto para los vecinos repercute en mejor movilidad, menor polvo y seguridad vial, factores esenciales para la vida cotidiana y para la integración social del barrio. La obra también representa un mensaje político sobre la capacidad del gobierno local para transformar realidades barriales a partir de gestión ordenada y planificación estratégica.