
A pesar del esfuerzo constante del municipio por mantener limpia la ciudad, la proliferación de microbasurales y el comportamiento irresponsable de algunos vecinos siguen siendo un desafío cotidiano. Así lo expresó el subsecretario de Limpieza Urbana, Cristian Haspert, en una entrevista con Radio 7, donde además destacó el aumento récord en el uso de los centros de transferencia como un dato alentador.
“El problema no es la falta de servicio, sino que a pocas horas de limpiar, la gente vuelve a ensuciar”, remarcó Haspert.
Aunque muchos vecinos respetan los operativos puerta a puerta y utilizan los centros habilitados, otros arrojan basura en lugares no permitidos, como canales, boulevares y espacios verdes, incluso residuos domiciliarios, a pesar de que el camión recolector pasa hasta seis veces por semana.
Entre los avances, Haspert destacó que en los últimos 30 días se superaron las 600 visitas diarias en los centros de transferencia del este y del oeste, lo que representa un incremento significativo respecto del año pasado. “Esos residuos ya no van al río ni a zonas naturales”, explicó, celebrando el cambio de hábito en sectores como el barrio Confluencia, donde antes había un gran basural y hoy funciona un centro de transferencia modelo.
Otro eje de preocupación es la gente en situación de calle que revuelve contenedores, desparramando residuos.
“Hay quienes recuperan cartón y aluminio de forma ordenada, pero otros dejan todo tirado”, advirtió. Para enfrentar esta situación, el municipio evalúa incorporar contenedores más grandes y seguros en el microcentro.
Por último, insistió en un mensaje clave: “Sacar la basura cerca del horario de recolección evita que se disperse por palomas, perros o el viento”. Según Haspert, mejorar los hábitos individuales es fundamental para mantener una ciudad más limpia y sostenible.