El mundo del rock y el heavy metal está de luto: Ozzy Osbourne, vocalista y fundador de Black Sabbath, murió a los 75 años, según confirmó su familia en un comunicado. El artista británico falleció “rodeado de amor” en su hogar, apenas unas semanas después de ofrecer su último concierto en Villa Park, Birmingham, junto a los miembros originales de la banda que marcó la historia de la música.

“Con una tristeza mayor de la que las palabras pueden expresar, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estuvo acompañado de su familia y rodeado de amor. Pedimos a todos que respeten la privacidad de nuestra familia en este momento”, expresaron Sharon, Jack, Kelly, Aimee y Louis en el mensaje difundido la noche del martes.

Apodado el “Príncipe de las Tinieblas” por su personalidad única y su profundo vínculo con los fanáticos del género, Ozzy se había retirado de los escenarios en 2020 tras ser diagnosticado con Parkinson, aunque siguió realizando apariciones especiales hasta su concierto de despedida. En aquella presentación, junto a Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward, interpretó un repertorio de cinco canciones en lo que fue promocionado como “el mayor espectáculo de heavy metal de la historia”.

El retiro marcó el cierre de una carrera extraordinaria, en la que Osbourne dejó una huella imborrable como uno de los grandes innovadores y símbolos del rock pesado.