
El presidente presentó el proyecto con un llamado enfático a las provincias para que acompañen el esfuerzo fiscal. “No más muletas del Estado”, afirmó.
En la presentación del Presupuesto 2025, el presidente Javier Milei no solo expuso los lineamientos para el año próximo, sino que lanzó un enérgico llamado a los gobernadores de todas las provincias argentinas. En su discurso, Milei subrayó la necesidad de que las provincias asuman su parte en la reducción del gasto público y se alineen con su política de déficit cero. “Por cada peso que dejen de gastar las provincias o municipios, lo podrán devolver bajando ingresos brutos u otras tasas”, enfatizó el mandatario, instando a las administraciones locales a ser responsables con sus finanzas.
Milei destacó que el equilibrio fiscal no puede depender solo del gobierno nacional, sino que requiere un esfuerzo conjunto de todos los niveles de gobierno. “El déficit fiscal es la raíz de todos nuestros males”, dijo, y continuó afirmando que “no hay nada más empobrecedor que un Estado que gasta más de lo que tiene.”
El llamado a los gobernadores es claro: reducir el gasto improcedente y evitar la creación de nuevos impuestos para compensar los recortes nacionales. En su discurso, Milei fue contundente al referirse a los mandatarios provinciales: “La decisión es suya, y será la ciudadanía la que los coloque en la avenida de los justos o en la esquina de las ratas miserables que apostaron contra el país y su gente.”
El Presupuesto 2025: las claves de un plan ambicioso
El presupuesto presentado por Milei tiene como eje central un crecimiento del 5% del PBI, acompañado de una reducción drástica de la inflación, proyectada en un 18,3% interanual. Además, se espera que el tipo de cambio llegue a $1207 para diciembre de 2025.
Uno de los puntos más destacados del presupuesto es la eliminación de cualquier tipo de financiamiento vía endeudamiento o emisión monetaria, una medida que Milei considera fundamental para estabilizar la economía. En su discurso, afirmó que “este presupuesto va a cambiar para siempre la historia de nuestro país,” refiriéndose a la drástica reducción del déficit y el fin de la emisión de dinero para cubrir gastos estatales.
El proyecto de presupuesto prevé un superávit primario del 1,3% del PBI para 2025, algo que no se había logrado desde 2010. Para alcanzar este objetivo, Milei subrayó la necesidad de un recorte significativo en los gastos innecesarios, y puso como ejemplo la reducción de ministerios de 18 a 8, y la de secretarías de 106 a 52.
La respuesta a los gobernadores: sin espacio para excusas
El presidente se dirigió directamente a los mandatarios provinciales, recordándoles que el ajuste no debe recaer solo en el gobierno nacional, sino que las provincias también deben hacer su parte para asegurar la estabilidad financiera del país. “No podemos seguir con un Estado desproporcionado que asfixia a sus ciudadanos con impuestos,” señaló.
En ese sentido, Milei adelantó que cualquier intento de las provincias de compensar la reducción del gasto con nuevos impuestos será mal recibido por la ciudadanía. “La justicia social, como la han llamado, no es justa, es violenta. No más muletas del Estado,” sentenció, reafirmando su postura de que el crecimiento económico vendrá de la mano de una mayor libertad y menos intervención estatal.
El presidente cerró su discurso con una advertencia firme: “Todo gasto que sea creado y no explique de qué partida presupuestaria existente va a salir, será vetado.” Esta promesa es una de las piedras angulares de su mandato, ya que Milei insiste en que no permitirá aumentos de gastos sin respaldo financiero.
Los números detrás del plan
El presupuesto detalla una serie de proyecciones económicas que marcan un quiebre con los años anteriores de déficit. Entre ellas, destaca:
- Crecimiento del 5% del PBI para 2025, con proyecciones de un 5,5% para 2027.
- Inflación del 18,3% para diciembre de 2025, una reducción significativa respecto a los últimos años.
- Tipo de cambio de $1207 por dólar para finales del próximo año.
- Superávit fiscal del 1,3% del PBI, sin necesidad de endeudamiento ni emisión monetaria.
El plan económico de Milei es ambicioso y disruptivo, pero su éxito dependerá, en gran parte, del compromiso de las provincias para alinearse con estas políticas. “Este es un presupuesto radicalmente distinto. No venimos a gestionar la decadencia, venimos a ponerle un cepo al Estado y a liberar al pueblo argentino,” concluyó.