
La Legislatura de Neuquén discutió intensamente la barrera sanitaria y su impacto en el elevado precio de la carne, sin lograr consensos mayoritarios para respaldar o rechazar su levantamiento. Dos proyectos opuestos, uno a favor de mantenerla y otro por eliminarla, reflejaron divisiones políticas profundas, uniendo a sectores dispares como kirchneristas, libertarios y parte del PRO en un debate que busca equilibrar sanidad, producción y costos para los consumidores.
El gobernador Rolando Figueroa se opuso al levantamiento, argumentando riesgos sanitarios y dudando de una baja real en los precios. Su postura, respaldada por productores locales, chocó con quienes ven la barrera como una traba comercial que encarece la carne, especialmente con hueso, hasta un 100% más que al norte del río Colorado. La falta de acuerdo dejó el tema en suspenso, con una mesa de diálogo nacional prevista para el próximo lunes 14 de abril.
Darío Martínez, diputado kirchnerista, defendió eliminar la barrera, criticando que beneficia a “cuatro o cinco” empresarios mientras los neuquinos pagan precios exorbitantes. Señaló que el contrabando de carne, sin controles sanitarios, es un riesgo mayor que el ingreso regulado. Martínez lamentó que Figueroa frenara una medida que, según él, no impulsó exportaciones ni empleo en 24 años.
César Gass, de Juntos por el Cambio, abogó por sostener la barrera, destacando su rol en el estatus sanitario libre de aftosa sin vacunación, clave para mercados internacionales. Advirtió que su eliminación, decidida unilateralmente por Nación, pone en jaque a productores patagónicos que invirtieron a largo plazo. Su proyecto obtuvo apoyo de sectores oficialistas, pero no los votos necesarios.
La Sociedad Rural de Neuquén expresó preocupación, cuestionando que abrir la barrera baje los precios, ya que costos como fletes y salarios altos influyen más. Cecilia de Larminat, su presidenta, afirmó que el estatus sanitario, logrado con esfuerzo, no debe sacrificarse por una medida que no garantiza beneficios claros para los consumidores.
Carniceros locales ven posible una baja de precios con más oferta de carne con hueso, según Claudio, de Mercado de Carnes. Sin embargo, otros comerciantes advierten que los costos logísticos podrían mantener los valores altos. La expectativa de competencia choca con el escepticismo de quienes creen que los intermediarios seguirán especulando.
El debate reveló alianzas inesperadas, con kirchneristas y libertarios como Guillermo Monzani coincidiendo en que la barrera limita la oferta y favorece a pocos. Monzani señaló que las 110.000 cabezas de ganado neuquinas no alcanzan para la demanda, encareciendo el mercado. Pese a esto, ningún proyecto logró los 13 votos para aprobarse.
La mesa de diálogo nacional será clave para definir el futuro de la barrera. Neuquén y otras provincias patagónicas buscarán proteger su sanidad y producción, mientras se exploran alternativas como empaques especiales para carne con hueso. Los consumidores, atrapados por precios altos, esperan soluciones que no comprometan la calidad ni la salud.