La Municipalidad de Neuquén ha completado una importante obra pluvial en el barrio Los Polvorines, diseñada para mejorar la evacuación del agua de lluvia en un sector que históricamente sufría de inundaciones. Esta obra, que se habilitó recientemente, busca solucionar un problema que afectaba a la comunidad local durante los días de lluvia.
Mariel Bruno, subsecretaria de Infraestructura, detalló que los trabajos se realizaron en el cuadrante formado por las calles Río Senguer, Ignacio Rivas, Saavedra y el Arroyo Durán. La funcionaria explicó que este sector tenía una cota menor al arroyo, lo que impedía el drenaje adecuado del agua pluvial. “Siempre resultaba afectado con las lluvias que hay en la ciudad”, afirmó.
Antes de la implementación de esta nueva infraestructura, los vecinos enfrentaban el constante riesgo de inundación, lo que obligaba a utilizar motobombas para drenar el agua manualmente. Esta situación era no solo incómoda, sino también un riesgo para la salud y la seguridad de los residentes.
La obra consiste en un sistema pluvial que abarca más de 30 cuadras de cordón cuneta, diseñado para encauzar el agua y dirigirla a los sumideros de las esquinas. Además, se instalaron 1.200 metros de pluviales que recogen el agua y la dirigen a un pozo de bombeo, el cual eleva los líquidos automáticamente y los desagota en el Arroyo Durán.
“Esta es una inversión de 500 millones de pesos de fondos municipales, gracias al superávit fiscal”, destacó Bruno, quien añadió que “hoy ponemos en marcha el pozo de bombeo, dejando este sector listo para las próximas lluvias”.
La respuesta de los vecinos ha sido positiva. Diego Constanzo, vicepresidente de la vecinal Altos del Limay, expresó que “los vecinos están muy contentos porque es una solución a un problema muy grave y angustiante que existe hace muchos años”. Según él, la acumulación de agua durante las lluvias había llegado a ingresar en algunas viviendas, lo que representaba un gran inconveniente.