
La inflación en Argentina durante el primer trimestre de 2025, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), acumuló un 8,6%, marcando un aumento significativo respecto a los meses previos y rompiendo la tendencia de desaceleración observada en 2024. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) reflejó un incremento mensual de 2,2% en enero, 2,4% en febrero y un salto al 3,7% en marzo, el más alto en siete meses, impulsado por fuertes subas en alimentos y educación.
En marzo, el IPC alcanzó un 3,7%, el nivel más elevado desde agosto de 2024 (4,2%), superando las proyecciones de consultoras privadas (2,8%-2,9%) y del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (2,6%). Educación se disparó un 21,6% por el inicio del ciclo lectivo, mientras que Alimentos y bebidas no alcohólicas subieron un 5,9%, liderados por incrementos en verduras (39,5% en el Gran Buenos Aires) y carnes. La inflación interanual se ubicó en 55,9%, 11 puntos menos que en febrero.
Febrero mostró una inflación de 2,4%, un leve aumento frente al 2,2% de enero, acumulando un 66,9% interanual. El rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas fue el de mayor incidencia con un 3,2%, especialmente por alzas en carnes y derivados. Las regiones Noroeste (4,3%) y Gran Buenos Aires (3,9%) registraron incrementos por encima del promedio nacional, mientras que los precios estacionales y regulados mantuvieron una presión moderada.
En enero, el IPC marcó un 2,2%, el valor más bajo desde julio de 2020, con una inflación interanual de 84,5%, la menor en dos años. Restaurantes y hoteles lideraron las subas con un 5,3%, impulsados por la estacionalidad del turismo, seguidos por Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (4%). La deflación en prendas de vestir y calzados (-0,7%) reflejó la apertura de importaciones y la caída del consumo.
El acumulado del primer trimestre, 8,6%, evidencia una aceleración inflacionaria, especialmente en marzo, donde los precios estacionales (8,4%) jugaron en contra, a diferencia de meses anteriores. Las lluvias intensas afectaron los precios de frutas y verduras, aunque hacia fines de marzo se moderaron. El IPC Núcleo, que excluye precios regulados y estacionales, subió un 3,2% en marzo, mostrando una presión subyacente persistente.
Desde el Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, destacaron que la inflación de marzo fue la menor para ese mes desde 2020 y que la interanual (55,9%) marcó el undécimo mes consecutivo de desaceleración frente al año anterior. Sin embargo, economistas como Gabriel Caamaño señalaron que la no linealidad del proceso inflacionario se manifestó con fuerza, complicada por dudas sobre el ancla cambiaria y aumentos en bienes esenciales.
Las proyecciones para los próximos meses, según el REM, anticipan una inflación de 1,9% en abril y una tendencia descendente hasta 1,5% en agosto. No obstante, expertos como Claudio Caprarulo advierten que el dato de marzo, alcanzado antes de posibles ajustes cambiarios, es preocupante y refleja la influencia negativa de factores estacionales, como educación y alimentos, que podrían persistir.
El INDEC ofrece una calculadora de IPC para que los hogares estimen la inflación según sus consumos, reconociendo que el índice general no siempre refleja realidades individuales. Con un 55,9% interanual y un costo de la canasta básica de $1.100.266,99 para una familia de cuatro personas en marzo, la inflación sigue siendo un desafío central para la política económica de Javier Milei, en un contexto de negociaciones con el FMI y tensiones cambiarias.