
La Escuela Primaria N°207 de Neuquén retomará las clases este miércoles tras el receso invernal, en su edificio original del Bajo neuquino, completamente remodelado luego de un año de funcionamiento en una sede provisoria. Así lo confirmó su directora, Lorena Alonso, quien destacó la emoción del equipo docente y de toda la comunidad educativa por el regreso al espacio escolar definitivo.
Desde el lunes 21 de julio, el edificio quedó habilitado para que docentes y personal no docente iniciaran las tareas de acondicionamiento, tras las refacciones edilicias encaradas por el Consejo Provincial de Educación. La mudanza desde el albergue Nayague marcó el fin de una etapa compleja que la institución logró atravesar sin comprometer la calidad pedagógica.
El regreso a clases será este miércoles 23, en el marco de un acto oficial de reinauguración a cargo de las autoridades del CPE. La jornada tendrá un significado especial no solo por la vuelta al edificio original, sino también por el reconocimiento al esfuerzo conjunto que permitió sostener la continuidad educativa durante la reubicación.
Las obras realizadas responden a reclamos históricos de la comunidad educativa, según explicó Alonso. El nuevo edificio, que estuvo cerrado durante meses, hoy luce renovado y adaptado a las necesidades actuales, lo que garantiza un entorno seguro y adecuado para el aprendizaje de niños y niñas de la zona.
La directora también recordó que, aunque el albergue Nayague no era un espacio diseñado para la actividad escolar, el equipo docente logró sostener los contenidos planificados y garantizar la presencialidad. La flexibilidad del plantel y el compromiso con los estudiantes permitieron que el ciclo lectivo anterior fuera llevado adelante con normalidad relativa.
Uno de los temas que seguirá vigente tras el retorno al edificio original será el uso restringido de celulares dentro del establecimiento. La escuela ya había establecido, antes de la reubicación, una política clara en su reglamento: los dispositivos no deben utilizarse durante el horario escolar, salvo casos excepcionales y debidamente autorizados por las familias y el personal docente.
Lorena Alonso subrayó además la preocupación por la exposición de niños y niñas a situaciones de riesgo en el entorno digital, como el cyberbullying o el grooming. Por eso, la escuela lleva adelante talleres con padres y madres para fortalecer el control parental y generar conciencia sobre el uso responsable de la tecnología en edades tempranas.
El regreso al edificio original representa no solo una mejora edilicia, sino una reconquista simbólica del espacio institucional, tras meses de incertidumbre y trabajo extra por parte de toda la comunidad escolar. La expectativa es que este nuevo ciclo post-invernal se inicie con renovado entusiasmo, ahora sí, en casa.