
Hugo Orlando Gatti falleció durante la tarde de este domingo 20 de abril, a los 80 años, tras pasar algunos meses internado por una operación en la cadera y el posterior ingreso de un virus intrahospitalario.
Dueño de un estilo particular e inigualable, el histórico arquero que tuvo pasos por Boca y River supo innovar e inventar una técnica a la hora de achicar espacios con los delanteros rivales: “la de Dios”.
El movimiento consistía en acercarse al delantero, clavar las rodillas en el suelo, inflar el pecho y abrir los brazos en forma de cruz, con la intención de tapar el arco lo más posible.
La jornada del domingo se convirtió, de un momento a otro, en un momento triste para todo el fútbol argentino. Fue por la confirmación del fallecimiento del inolvidable guardameta Hugo Orlando Gatti, tras algunos meses luchando con un virus intrahospitalario.
A sus 80 años, Gatti había sido internado en primera instancia por la necesidad de una operación en la cadera, tras sufrir un accidente mientras paseaba a su perro. Aunque la intervención había sido superada, un virus ingresó en el organismo del exarquero, generándole graves problemas pulmonares que llevaron a su familia, hace algunas horas, a quitarle el respirador, cuando el estado del “Loco” era “irreversible”.
El estilo de Hugo Orlando Gatti como arquero era particular. El nacido en Carlos Tejedor fue uno de los primeros guardametas en incorporar el juego con los pies, algo totalmente normal en el fútbol actual pero realmente innovador en sus años. Además, Gatti solía salir a cortar centros de los rivales, a veces atajaba afuera del área y salía con la pelota dominada, junto a sus habituales excentricidades, condiciones que rápidamente le otorgaron el apodo de “Loco”.
Su jugada más emblemática y recordada, y que sigue usándose en la actualidad, se llamaba “la de Dios”. Su inventor la utilizaba cuando quedaba mano a mano ante un delantero rival y, primero, corría hacia el delantero para intentar achicar los espacios lo más posible y, cuando venía el remate, apoyaba las rodillas en el piso, inflaba el pecho conteniendo la respiración y abría los brazos, para dejar a los rivales sin ángulo y que sus remates, frecuentemente, impacten en su cuerpo y se vayan desviados.
“La de Dios” en la actualidad
Para destacar la trascendencia del arquero campeón de la primera Libertadores de la historia de Boca, en 1977, tan sólo es necesario recordar la famosa atajada del arquero argentino Emiliano “Dibu” Martínez en la pasada final del Mundial de Qatar 2026, en la que Argentina se impuso ante Francia por penales.
En dicho partido decisivo, a veinte segundos del final del alargue, el delantero francés Randal Kolo Muani quedó mano a mano ante el arquero, que acortó las distancias y abrió los brazos en forma de cruz, buscando tapar todo el arco. La única diferencia fue que el “Dibu” no apoyó las rodillas sino que también abrió las piernas, por lo que pudo tapar el remate con la pierna izquierda.
Así, “la de Dios”, inventada por Gatti, hizo su aporte para que la Selección argentina ganara su tercer Mundial, de la mano de Lionel Messi y un salvador “Dibu” Martínez.