
El debate por la barrera sanitaria patagónica y la posibilidad de flexibilizar el ingreso de carne con hueso no tendría impacto en los precios al consumidor, según lo afirmó el empresario del rubro cárnico José Luis Bunter.
“La carne no subió y no debería subir por la barrera sanitaria. Lo que se liquidó fue un remanente de asado encajado y congelado a valores bajos, pero no hubo bajas ni subas en el resto de los cortes”, explicó Bunter, en referencia a la comercialización de costilla que llegó a venderse a $4.999 por caja en algunos casos.
El dirigente aclaró que esa baja puntual respondió a la necesidad de colocar excedentes a nivel nacional, muchos de los cuales se destinaron a la costa atlántica. “El problema nunca estuvo en el productor ni en el carnicero, sino en el intermediario”, remarcó.
La discusión se reavivó luego de que el Juzgado Federal de Tierra del Fuego suspendiera por 30 días la Resolución 460/2025, que habilitaba el ingreso de carne con hueso plano a la región. El Gobierno nacional había justificado la medida en criterios de sanidad animal, en particular por la aftosa, aunque desde 2006 no se registran brotes en el país.
La situación se complica porque Chile cerró sus fronteras con la Resolución 5952, lo que genera un impacto directo en el abastecimiento de Tierra del Fuego, que depende del tránsito terrestre por territorio chileno.
A pesar de este escenario, Bunter insistió en llevar tranquilidad a los consumidores: “Si los precios no bajaron antes, tampoco deberían subir ahora por la barrera sanitaria”.