
Los trabajadores de Cerámica Neuquén marcharon este jueves hacia la Casa de Gobierno en un nuevo capítulo de su conflicto con la Cooperativa CALF, exigiendo un plan de pago por una deuda de 263 millones de pesos que amenaza su continuidad laboral. La protesta, que incluyó una clase pública frente al edificio gubernamental, escaló en tensión con enfrentamientos con la policía, marcando un punto crítico en las negociaciones estancadas por el suministro eléctrico cortado desde hace más de dos meses.
El reclamo central de los ceramistas es un plan de pagos viable para saldar la deuda millonaria con CALF, que les cortó la luz el 31 de enero, paralizando la producción y poniendo en riesgo 50 puestos de trabajo directos. La cooperativa eléctrica, por su parte, sostiene que las propuestas presentadas por la fábrica carecen de «garantías reales de pago», lo que ha endurecido su postura y llevado el conflicto a las calles.
La marcha, que comenzó con un corte en la Ruta 7 en el Parque Industrial, derivó en una movilización hacia la Casa de Gobierno, donde los obreros realizaron una clase pública para visibilizar su situación. Allí denunciaron que, pese a haber pagado facturas durante una década, los tarifazos recientes hicieron «impagable» el servicio, y acusaron al gobierno provincial de inacción frente a la crisis.
La tensión estalló cuando la protesta fue reprimida por la policía, generando enfrentamientos que dejaron agentes lesionados y caos en el tránsito. Según reportes, algunos efectivos terminaron en una acequia durante el forcejeo, mientras los ceramistas insistían en ser recibidos por autoridades para destrabar el conflicto, algo que hasta el momento no ocurrió.
CALF exige un «pago concreto» para restablecer el servicio eléctrico y descarta aceptar cerámicos o facturas futuras como forma de pago, argumentando que esto comprometería su operatividad frente a otros usuarios. La cooperativa asegura que la deuda, que incluye tres meses impagos más intereses, asciende a 263 millones de pesos, una suma que los trabajadores consideran inalcanzable sin apoyo estatal.
Los ceramistas, apoyados por organizaciones sociales y sindicatos, reclaman una tarifa diferenciada, similar a la otorgada a empresas petroleras por el gobernador Rolando Figueroa. Sostienen que, mientras el gobierno subsidia a sectores con ganancias millonarias, las gestiones obreras como la suya quedan desprotegidas, enfrentando facturas de hasta 40 millones de pesos mensuales.
El Ejecutivo provincial, a través del ministro Jorge Tobares, se comprometió en reuniones previas a mediar con CALF, pero los trabajadores denuncian que estas gestiones han sido «estériles». La falta de avances concretos llevó a los obreros a endurecer sus medidas, incluyendo cortes de ruta y esta marcha, advirtiendo que no cesarán hasta obtener una solución.