
Un matrimonio de jubilados que vive en el barrio Parque Las Lilas, dentro de Santa Genoveva, vivió un intento de estafa este martes por la tarde, cuando un hombre de unos 50 años se hizo pasar por empleado de la cooperativa CALF y trató de engañarlos para obtener dinero.
El hecho ocurrió cerca de las 17 horas, cuando el supuesto trabajador tocó timbre en la casa de Eduardo, de 88 años, alegando que necesitaba verificar el medidor eléctrico. El abuelo, confiado, le abrió la reja y lo dejó ingresar al patio.
Minutos después, el falso operario le pidió ver la llave de paso dentro de la vivienda y aseguró que había una pérdida grave, por lo que necesitaba que el dueño de casa le diera dinero para comprar una pieza nueva, valuada en más de 60 mil pesos. Eduardo le respondió que no tenía efectivo, solo dinero en su cuenta, y se ofreció a acompañarlo a comprar el repuesto.
Ante la negativa del hombre a entregar dinero en mano, el estafador cambió de actitud y alegó que iba a buscar herramientas, pero nunca regresó.
“Pensé después que un empleado de CALF no debería cobrarme ni pedirme plata”, reflexionó Eduardo, quien decidió contar su experiencia para alertar a otros vecinos sobre este tipo de maniobras fraudulentas, que ya se habrían repetido en otros sectores de la ciudad.
Desde la Municipalidad y autoridades de CALF recuerdan que los empleados están debidamente identificados, no ingresan a las viviendas sin autorización y no están habilitados para cobrar por trabajos o repuestos. Ante cualquier duda, se recomienda verificar con la cooperativa y no permitir el ingreso de personas no identificadas.