El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicará hoy a las 16:00 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo de 2025, un dato clave que podría marcar el registro inflacionario más bajo en cinco años, según estimaciones privadas y proyecciones oficiales. Consultoras anticipan que la inflación mensual se ubicaría entre 1,8% y 2%, rompiendo el piso del 2% por primera vez desde la asunción del presidente Javier Milei, en un contexto de recesión económica y ajuste fiscal.

Las expectativas de una inflación por debajo del 2% han sido alimentadas por el propio Milei, quien durante un discurso en el Madrid Economic Forum el 8 de junio anticipó un IPC “por debajo del 2%”. Este dato, de confirmarse, superaría el 2,2% de enero de 2025, el menor desde julio de 2020 (1,9%). Consultoras como EcoGo, Orlando Ferreres y Asociados, y Libertad y Progreso coinciden en un rango de 1,8% a 2%, atribuyendo la desaceleración a la caída del consumo, el congelamiento cambiario y la estabilidad de los dólares paralelos.

El dato de abril, que registró un IPC de 2,8%, mostró una desaceleración respecto al 3,7% de marzo, con una inflación interanual del 47,3% y acumulada del 11,6% en el primer cuatrimestre. Mayo podría consolidar esta tendencia a la baja, aunque economistas advierten que la recesión y la licuación de salarios son los principales motores de esta reducción, más que un plan estructural para combatir la inflación.

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyectó una inflación de 2,1% para mayo, pero espera que en junio se perfore el piso del 2%, con un IPC estimado en 1,9%. Para todo 2025, el REM prevé una inflación anual del 28,6%, una cifra significativamente menor al 117,8% de 2024, aunque aún elevada en términos globales. La Ciudad de Buenos Aires, que ya reportó un IPC de mayo por debajo del 2%, refuerza el optimismo oficial.

El gobierno de Milei celebrará el dato como un logro de su política económica, basada en el ajuste fiscal, la emisión monetaria cero y la apertura del cepo cambiario. Sin embargo, críticas de economistas señalan que la baja inflacionaria no se traduce en mejoras en el poder adquisitivo, ya que los salarios siguen rezagados y los precios esenciales, como alimentos, continúan presionando los bolsillos de las familias argentinas.

El INDEC detallará hoy las variaciones por rubro, pero en abril los sectores que más subieron fueron “Restaurantes y hoteles” (4,1%) y “Recreación y cultura” (4%), mientras que “Transporte” (1,7%) y “Equipamiento y mantenimiento del hogar” (0,9%) registraron los menores incrementos. Analistas esperan que alimentos y bebidas, con alta incidencia en el IPC, muestren un aumento moderado en mayo, lo que explicaría parte de la desaceleración.

La inflación de mayo llega en un contexto electoral, con las elecciones de medio término acercándose y el gobierno buscando capitalizar la desaceleración de los precios. El Banco Central redujo el ritmo de devaluación del peso al 1% mensual desde febrero, una medida que busca anclar las expectativas inflacionarias, pero que podría generar un atraso cambiario y afectar la competitividad de las exportaciones argentinas.

El dato de hoy será un termómetro clave para medir la sostenibilidad del modelo económico de Milei. Mientras el oficialismo destaca la estabilidad cambiaria y la baja inflacionaria, los desafíos persisten: la recesión, el desempleo y la desigualdad económica limitan el impacto positivo de estas cifras. La calculadora de inflación del INDEC, que permite personalizar el IPC según los gastos de cada hogar, refleja que el alivio en los precios no es uniforme y varía según regiones y estilos de vida.