Los datos son contundentes: más del 65% de los adultos se conectan a sus dispositivos para jugar al menos una hora a la semana, y el 29% de los gamers son mayores de 50 años. Esta transformación refleja un cambio cultural donde los videojuegos se integran en la vida cotidiana de personas de todas las generaciones, desde niños que disfrutan de juegos como Minecraft hasta adultos que dedican su tiempo libre a juegos de estrategia o aventuras narrativas.
La imagen del gamer también ha evolucionado en términos de reconocimiento social. Los videojuegos han dejado de ser considerados simples entretenimientos para convertirse en una forma de arte y una herramienta educativa. Estudios han demostrado que jugar videojuegos puede mejorar habilidades cognitivas, potenciar la capacidad de resolución de problemas y fomentar conexiones sociales, especialmente a través de las comunidades en línea que se forman alrededor de títulos populares.
Además, la expansión de las plataformas tecnológicas ha ampliado el universo gamer. Hoy en día, los videojuegos no se limitan a consolas o computadoras, sino que se extienden a smartphones, tablets y hasta en entornos laborales y educativos a través de la gamificación. Este fenómeno no solo diversifica el perfil del jugador, sino que también redefine cómo interactuamos con el mundo a través del juego.
Juan Pablo Veiga, VP de Brand Gamification en Etermax, explica esta tendencia desde una perspectiva más profunda: “Las bases del gaming están profundamente relacionadas con el comportamiento humano”. Según Veiga, muchos de los recursos utilizados en videojuegos son aplicados en la vida diaria sin que las personas sean conscientes de ello, lo que subraya cómo el gaming se ha infiltrado en múltiples aspectos de la experiencia humana.
Ser gamer en 2024 significa ser parte de una comunidad global diversa y multifacética, donde los videojuegos no solo entretienen, sino que también educan, conectan y enriquecen la vida de millones de personas alrededor del mundo. El Día del Gamer es una celebración de esta evolución y un reconocimiento al impacto cultural de los videojuegos en la sociedad moderna.
