El gobernador Rolando Figueroa ordenó la desvinculación de Martín Irigoyen como presidente de la Corporación Minera del Neuquén (CORMINE SEP) por sospechas de corrupción y dudas sobre su gestión. La decisión fue formalizada en reunión de directorio.

La notificación de la destitución se realizó durante el fin de semana, según informó el gobierno provincial. Irigoyen, además de presidir el directorio, desempeñaba funciones como representante legal y gerente de la corporación minera estatal.

Las sospechas sobre la gestión de Irigoyen surgieron a raíz de irregularidades detectadas en la administración de la empresa, lo que generó preocupación dentro del Ejecutivo provincial. La falta de transparencia y posibles manejos indebidos fueron factores clave en su remoción.

El despido fue justificado como una medida necesaria para garantizar la transparencia en la gestión de los recursos públicos, según fuentes gubernamentales. La administración de Figueroa busca reforzar los controles internos para evitar situaciones similares en el futuro.

La destitución de Irigoyen es parte de una política de ‘tolerancia cero’ contra la corrupción, señalaron voceros del gobierno. La decisión forma parte de un plan de saneamiento en las empresas estatales del Neuquén.

CORMINE SEP, empresa clave en la explotación de recursos mineros provinciales, atraviesa una reestructuración, lo que podría implicar nuevos cambios en su cúpula directiva. El gobierno analiza posibles reemplazos para asegurar una gestión eficiente y confiable.

Las reacciones a la desvinculación de Irigoyen han sido variadas, con críticas y respaldos a la decisión del gobernador, dependiendo de sectores políticos y económicos. Mientras algunos destacan la firmeza del gobierno, otros piden investigar más a fondo las denuncias.

El gobierno provincial reafirmó su compromiso con la transparencia y la administración eficiente de los recursos públicos, asegurando que cualquier irregularidad será sancionada con medidas ejemplares.