
La decisión de Rolando Figueroa de proponer a Karina Maureira como primera candidata a diputada nacional responde a una estrategia clara: sumar una figura con alto nivel de conocimiento público y ajena a las estructuras partidarias tradicionales. El gobernador fue quien la contactó personalmente, valorando su capacidad de comunicación y cercanía con distintos sectores sociales.
Maureira, periodista reconocida y sin carrera política previa, representa un perfil que conecta con un electorado desencantado de la política tradicional. Esa cualidad fue clave para su elección, en un contexto donde la credibilidad de los partidos está fuertemente erosionada. Su figura le permite a Figueroa ofrecer algo distinto.
«Este es el espacio más plural que he visto en años», dijo Maureira, en diálogo con La Mañana de Neuquén, al explicar por qué aceptó esta vez una candidatura. Antes había rechazado ofrecimientos de otros partidos por considerarlos «muy verticales», algo que no sintió en el armado que lidera el actual mandatario provincial.

El rol de Maureira está pensado para ampliar el electorado del oficialismo, especialmente en sectores urbanos y medios que no se identifican con el MPN ni con el PJ. Su estilo directo, su historia personal y su visibilidad mediática aportan frescura y una narrativa más cercana a la ciudadanía.
Un informe de la consultora Epyca señala que la elección de Maureira es «una doble apuesta de Figueroa», al combinar su figura con la de Joaquín Perren, un académico del Conicet. Ambos perfiles cubren distintos sectores del electorado: uno desde lo popular y otro desde lo institucional.
El analista político Alejo Pasetto explicó que “todo el mundo sabe quién es Maureira” y que su ausencia de ideologización partidaria la convierte en una candidata ideal. A diferencia de otros periodistas con posicionamientos fuertes, ella mantiene una imagen más abierta, lo que permite sumar voluntades de diferentes sectores.
Figueroa busca consolidar un modelo de liderazgo transversal que se despegue del viejo MPN y a la vez se diferencie del PJ en crisis y de La Libertad Avanza, que crece en las encuestas. En esa lógica, la elección de Maureira es funcional a una campaña centrada en lo provincial, no en lo nacional.
Con esta movida, el gobernador apunta a capitalizar el voto independiente y a representar una renovación en el modo de hacer política, sin renunciar a la institucionalidad ni al aparato. Maureira encarna ese puente entre lo ciudadano y lo político, clave para el armado de 2025.