
La distribución de combustible en algunas estaciones de servicio de Neuquén y Río Negro registró demoras en las últimas horas, aunque desde el sector aseguran que la situación está bajo control. La causa de los inconvenientes se debe a la falta de choferes de camiones provenientes de Bahía Blanca, afectados por las recientes inundaciones que dañaron sus viviendas.
En diálogo con Radio 7, Carlos Pinto, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Neuquén y Río Negro, afirmó que no hay un desabastecimiento generalizado, pero sí podrían registrarse demoras puntuales en el expendio de combustibles. «La destilería de Bahía Blanca está operando normalmente, pero algunos conductores no pudieron presentarse a trabajar por los daños en sus casas», explicó el dirigente.
Pinto aclaró que las rutas alternativas han permitido mantener el flujo de camiones hacia la región, minimizando el impacto de la situación. Sin embargo, reconoció que el faltante de personal en la zona afectada de Bahía Blanca provocó una disminución en la cantidad de unidades disponibles para el transporte de combustible.
“Esperamos que la situación se normalice en las próximas horas, ya que el agua comenzó a bajar y muchos choferes podrían retomar sus actividades”, indicó el representante del sector. También manifestó su solidaridad con los damnificados por las inundaciones y remarcó que la prioridad es la recuperación de las familias afectadas.
En cuanto al expendio en Bahía Blanca, Pinto informó que la actividad en las estaciones de servicio se restableció hace dos días, aunque la logística aún presenta algunas demoras debido a la falta de personal de transporte. “El problema no es la producción ni el abastecimiento, sino la imposibilidad de algunos conductores de salir a trabajar”, insistió.
Consultado sobre versiones que señalan la presencia de agua en los combustibles de algunas estaciones, Pinto negó de manera categórica esa posibilidad. “Es un mito que cada tanto resurge, pero no es real. La nafta y el agua no se mezclan, y además existe un estricto control en cada estación de servicio”, aseguró.
El dirigente explicó que cualquier presencia de agua en los tanques de combustible es detectada y controlada por los sistemas de filtrado. Agregó que los tanques se inspeccionan periódicamente y que el proceso de carga impide que el agua, si la hubiera, llegue al surtidor. “Es casi imposible que eso suceda en una estación dentro del circuito legal”, enfatizó.
La situación, que generó reclamos de los usuarios por faltantes temporales, se enmarca en las consecuencias de la emergencia climática en Bahía Blanca, que impactó indirectamente en la logística de distribución de combustibles en la región patagónica. Desde la Cámara de Expendedores de Combustibles confían en que la situación se resolverá en breve.