
En un fallo con fuerte impacto en materia de responsabilidad familiar, la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de Neuquén resolvió elevar el monto de una cuota alimentaria y extender la obligación de pago a los abuelos paternos de la menor, en caso de que el padre no cumpla con lo establecido.
El pronunciamiento fue dictado por los jueces Patricia Clérici y Pablo Furlotti, integrantes de la Sala II, quienes argumentaron que el importe fijado originalmente —equivalente al 50% del salario mínimo vital y móvil— era insuficiente para cubrir las necesidades básicas de la niña, y lo elevaron al valor de la canasta de crianza del INDEC para menores de 6 a 12 años, actualmente estimada en 513 mil pesos.
La sentencia destaca que, aunque el padre no cuenta con empleo formal, tiene plena capacidad laboral y se mostró desinteresado del proceso judicial. “Su nula participación vislumbra despreocupación respecto de su hija y falta de asunción de su rol parental”, expresaron los magistrados, quienes también advirtieron indicios de ingresos no declarados por parte del progenitor.
En cuanto a los abuelos paternos, la Cámara evaluó que tienen capacidad económica —poseen inmuebles, automotores y perciben alquileres—, pero intentaron ocultar su situación patrimonial al suscribir declaraciones juradas falsas para acceder a la Defensa Pública. “Se advierte una intención familiar de sustraerse a la obligación de manutención de la niña”, remarcaron los jueces.
En consecuencia, el fallo resolvió que la obligación alimentaria se hace extensiva en forma subsidiaria a los abuelos, en caso de que el padre no pague o lo haga parcialmente, en cumplimiento del principio del interés superior del niño.
Este precedente refuerza la responsabilidad solidaria dentro del grupo familiar primario para garantizar los derechos básicos de los menores y sienta una postura firme sobre la evasión de obligaciones alimentarias por parte de progenitores y familiares directos.