En el contexto del Día Mundial de la Salud Mental, un nuevo informe de Voices! y Win Internacional revela que Argentina es uno de los países que peor evalúan su nivel de estrés. Junto a Perú, el 54% de los argentinos manifiestan una percepción negativa sobre su situación, colocándose 22 puntos por encima del promedio global.
A nivel mundial, el 32% de los encuestados califican su estrés como “bastante malo” o “muy malo”. Sin embargo, Argentina destaca con cifras aún más preocupantes. La evaluación negativa del estrés es especialmente alta entre las mujeres jóvenes, quienes son las más afectadas por esta problemática.
El estudio muestra que la percepción del estrés es más intensa en las mujeres, alcanzando un 59%, en comparación con el 48% de los hombres. Esta tendencia se agudiza en los adultos de entre 25 y 34 años, donde el 60% reporta niveles negativos de estrés, y en los jóvenes de 18 a 24 años, que alcanzan un alarmante 72%.
Al analizar la situación geográficamente, quienes residen en la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires son los más críticos respecto a su estrés. En la capital, el 62% de los encuestados lo evalúa negativamente, mientras que en el Gran Buenos Aires el porcentaje es del 59%, en contraste con el 51% de las personas que viven en el interior del país.
En cuanto a las causas del estrés, a nivel global, el 24% de los encuestados identifican el trabajo como la principal fuente de estrés. Le siguen la falta de dinero (21%) y problemas familiares (19%). Otros factores, como la salud, el desempleo y los cambios en la vida, tienen porcentajes significativamente más bajos, con 9%, 7%, y 6% respectivamente.
Específicamente en Argentina, la falta de dinero es citada por el 29% de los encuestados como la principal causa de su estrés. El trabajo ocupa el segundo lugar con un 21%, mientras que la falta de empleo se posiciona en un preocupante 17%.
Estos datos ponen de manifiesto la difícil situación económica que enfrenta el país, donde los problemas financieros son la principal fuente de ansiedad para una gran parte de la población. La percepción de estrés elevada no solo afecta la salud mental, sino que también puede tener repercusiones en la productividad y la calidad de vida de los argentinos.
La creciente preocupación por la salud mental en el país debe ser abordada de manera urgente. Los expertos llaman a implementar políticas que no sólo aborden las causas económicas del estrés, sino que también promuevan el bienestar psicológico y emocional de la población.
La realidad del estrés en Argentina es un reflejo de las tensiones económicas y sociales que afectan a gran parte de la población, lo que subraya la necesidad de un enfoque integral en el manejo de la salud mental en el país.
