La escuela primaria N.º 301 quedó habilitada nuevamente luego de que Camuzzi Gas del Sur certificara el correcto funcionamiento de las instalaciones de gas. El restablecimiento del servicio se hizo efectivo tras una exhaustiva inspección que determinó la ausencia de fugas en todo el edificio escolar.

Por la mañana, técnicos de Camuzzi llevaron a cabo una inspección minuciosa en cocina, SUM, calefactores y artefactos de gas, y aunque no se detectaron anomalías, procedieron a retirar el medidor de gas como parte del protocolo. Por la tarde, un gasista matriculado realizó pruebas hidráulicas y corroboró que no había pérdidas, lo que permitió la restitución del medidor y el retorno a la actividad escolar normal.

El Consejo Provincial de Educación (CPE) intervino en el proceso y acompañó la verificación, respaldando las medidas tomadas. La reinstalación del medidor y la confirmación de que no existen fugas posibilitaron que las clases se reanuden sin más demoras, aliviando a docentes, familias y a toda la comunidad educativa.

Este desenlace puso fin a una serie de alertas previas motivadas por antecedentes de presunta fuga y molestias en estudiantes, incluyendo la notificación de presunta intoxicación por monóxido de carbono. Las inspecciones acumuladas en días anteriores, sin registro de gas detectado, anticipaban el resultado positivo comunicado hoy.

Las autoridades señalaron que desde finales de julio se detectaron eventos vinculados al olor a gas y se realizaron intervenciones preventivas: sustitución de reguladores, revisión de termotanque, calefactores y otros artefactos. Cada paso del control fue documentado para garantizar transparencia y seguridad.

El gasista matriculado firmó el acta certificatoria junto a autoridades provinciales —como el director provincial de Mantenimiento Escolar y representantes del Área Técnica— avalando que las instalaciones están en condiciones óptimas para su uso cotidiano por parte de estudiantes y personal docente.

Más allá del momento concreto, la resolución del caso refleja la importancia de los protocolos de seguridad aplicados de forma rigurosa y la coordinación entre el sistema educativo y las empresas proveedoras de servicios, como en este caso se cumplió de forma ejemplar.