Debido al ataque, los vuelos con llegada y salida de Israel han sido suspendidos. Un portavoz del aeropuerto internacional Ben Gurión informó que “actualmente no hay despegues ni aterrizajes”, lo que refleja la magnitud del peligro percibido.
Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión, donde Israel y Estados Unidos estaban en alerta máxima tras recibir indicios de que Irán se estaba preparando para una ofensiva con misiles, especialmente después de que las fuerzas israelíes iniciaran un operativo militar terrestre en el Líbano.
El ejército israelí confirmó el lanzamiento de misiles desde Irán, instando a la población a seguir estrictamente las instrucciones de seguridad. “Hace poco se lanzaron misiles desde Irán hacia el Estado de Israel”, comunicó un portavoz militar, acentuando la urgencia de la situación.
En respuesta a la crisis, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado a las tropas en la región colaborar en la defensa de Israel. Este respaldo subraya la importancia de la alianza entre ambos países y la preocupación por la seguridad en la región.
La situación en Medio Oriente es volátil y el conflicto entre Israel e Irán ha ido en aumento, alimentado por diversos factores geopolíticos y militares. El ataque reciente representa un punto crítico en la relación entre ambos países, así como un desafío para la estabilidad regional.
A medida que la situación se desarrolla, el mundo observa con atención, esperando que las tensiones no deriven en un conflicto más amplio que podría tener repercusiones a nivel internacional. La comunidad internacional se mantiene en alerta, instando a ambas partes a la moderación y al diálogo.