La comunidad educativa de la EPEA 2 de Neuquén capital, conocida como la ex-EMETA, atraviesa una situación de alarma tras la denuncia de un grupo de padres que asegura que sus hijos encontraron un diente humano en la comida servida en el comedor escolar. El hecho, registrado esta semana, se suma a un antecedente reciente: hace apenas quince días habían aparecido vidrios en las viandas, lo que refuerza la preocupación por las condiciones de seguridad alimentaria.

Carlos Giuliano, papá de uno de los alumnos, relató que los propios chicos fotografiaron el hallazgo y se lo mostraron al director, quien lejos de dimensionar la gravedad habría pedido que no se comunicara a los padres “para no agrandar el problema”.

“¿Qué seguridad le dan a los chicos si lo que encuentran lo quieren ocultar?”, cuestionó Giuliano en diálogo con Todo se Sabe por Radio 7. “Ya habíamos tenido el caso de vidrios en la comida y ahora esto. Si un pibe se come un vidrio o un diente, ¿qué pasa? No se puede minimizar de esa manera”, agregó.

Las familias exigen controles de calidad en el comedor, que funciona dentro de la propia escuela. Según señalaron, las denuncias no obtuvieron respuestas concretas ni del municipio ni del Consejo Provincial de Educación.

“Queremos que se investigue, que haya controles y que no se oculte nada a los padres. No se trata solo de la comida, sino de un patrón de minimizar situaciones que podrían terminar en algo más grave”, advirtió el papá.

El intento de silenciar lo ocurrido abrió un debate mayor: el temor a que otras problemáticas dentro de la escuela también puedan ser ocultadas. Giuliano fue contundente: “Si a los chicos se les pide que no cuenten esto, ¿qué pasa si mañana ocurre una situación de abuso o violencia? El mensaje es que todo debe taparse, y eso es inaceptable”.

Padres y madres solicitaron la intervención directa del Consejo Provincial de Educación y del Ministerio de Educación para garantizar condiciones seguras en la alimentación escolar y un protocolo claro de comunicación con las familias. Mientras tanto, la comunidad de la EPA 2 espera respuestas concretas y acciones inmediatas para evitar que episodios de este tipo se repitan.