En los últimos meses, los habitantes de Neuquén han visto un aumento significativo en las tarifas de luz y gas. Estos incrementos se deben, en gran parte, a la reducción progresiva de los subsidios por parte del nuevo gobierno nacional, una medida que busca reestructurar el sistema energético del país. La eliminación de subsidios ha llevado a que muchos usuarios enfrenten tarifas considerablemente más altas, especialmente aquellos que consumen grandes cantidades de energía eléctrica.
Los valores de las boletas de luz han alcanzado cifras alarmantes en sectores como el barrio Melipal. Facturas de 100,000 a 200,000 pesos son comunes, y en algunos casos, han llegado a los 300,000 pesos. Estas altas tarifas afectan gravemente a los residentes, quienes no cuentan con servicio de gas por red y dependen de la electricidad para calefaccionarse durante el invierno. Los consumidores que superan los 700 kilowatts deben pagar el excedente a tarifa plena, sin subsidios, lo que agrava aún más la situación.
A nivel nacional, las tarifas de luz y gas han aumentado más del 4% desde el 1 de agosto de 2024. Fuentes del sector energético confirmaron el incremento, mientras que desde el Ministerio de Economía no hubo respuesta alguna. A fines de junio, se había postergado el aumento de julio, pero finalmente, debido a la necesidad de ajustar las tarifas y reducir el atraso tarifario, se implementó el alza. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio fue de 4,6%, y se esperaba que el de julio estuviera por debajo del 4%, lo que permitió autorizar los ajustes. Este aumento se suma a otros incrementos, como el de los combustibles, que podría llegar al 5% en las próximas horas.
Ante esta situación insostenible, los vecinos del barrio Melipal decidieron manifestarse hace un par de días atrás y cortar una calle en protesta. Llevan más de 20 años solicitando la regularización de todos los servicios, incluyendo el gas por red, pero no han recibido respuestas satisfactorias de las autoridades. Durante la protesta, funcionarios municipales se comprometieron a gestionar una reunión con autoridades de la cooperativa CALF para la próxima semana, con el fin de abordar tanto el tema de las tarifas elevadas de electricidad como la falta de conexión al servicio de gas.
Los vecinos expresaron su frustración y agotamiento, mencionando que han vivido al límite durante muchos años debido a esta problemática. Han elevado numerosos reclamos y notas a diferentes organismos, sin recibir una solución concreta. La comunidad espera que, finalmente, se tomen medidas para reducir las tarifas y regularizar el servicio de gas, permitiendo así una mejor calidad de vida para todos los residentes.
